Homilía del 31er domingo ordinario 2010
La salvación es un regalo de Dios que exige que las personas lo aceptemos. Lo acabamos de escuchar en el texto del Evangelio. Ante la reacción de Zaqueo, que muestra su conversión con signos concretos, Jesús expresa con alegría: “Hoy ha llegado la salvación a esta casa” (Lc 19, 9). La salvación llega con Jesús, Zaqueo se abre a ella y la acepta; de esta manera se une al proyecto salvador de Dios. Zaqueo decide convertirse al Reino propuesto por el Señor.

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