Homilía para el 3er domingo de Cuaresma 2014
Sed insaciable, sed saciada
Textos: Ex 17, 3-7; Rm 5, 1-2. 5-8; Jn 4, 5-42.
Acabamos de escuchar el texto de la Samaritana, que nos regresa a nuestro origen como miembros de la Iglesia. Fuimos bautizados con agua y con el Espíritu Santo. Con la Eucaristía de este domingo de Cuaresma agradecemos a Dios el don del Bautismo y, por la Comunión sacramental, renovamos el compromiso de ser discípulos misioneros de Jesús. Al igual que la mujer samaritana, nos encontramos con Jesús, quien sacia nuestra sed y nos convierte en misioneros.









