Página Diocesana

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Homilía para el Jueves Santo 2013

Servir por opción

Textos: Ex 12, 1-8. 11-14; 1 Cor 11, 23-26; Jn 13, 1-15.

Jesús celebraba la Pascua judía. La realizaba de acuerdo a lo que escuchamos en la primera lectura. Era una cena de familia, una cena con que se agradecía a Dios la liberación de la esclavitud en Egipto, una cena en la que se comía un borrego y se cantaban himnos. Jesús le dio un nuevo sentido a esa cena pascual: la Última Cena se convirtió en una entrega. Nosotros estamos celebrando esta Eucaristía del modo en que Jesús lo hizo, aunque de manera incompleta.

Homilía para el 5º domingo de Cuaresma 2013

Pecadores llenos de misericordia

Textos: Is 43, 16-21; Flp 3, 7-14; Jn 8, 1-11.

Estamos reunidos para celebrar la Eucaristía en el 5º domingo de Cuaresma. Ya vamos sobre la recta final de este tiempo que nos dispone a la celebración de la Pascua de Jesús. Venimos a encontrarnos con el Señor en condición de pecadores. Esto nunca lo debemos ignorar cuando acudamos a los encuentros comunitarios. A la luz del Evangelio recién proclamado podemos alimentar la conciencia de ser pecadores y asumir el compromiso de ser misericordiosos.

Homilía para el 4º domingo de Cuaresma 2013

Papá con entrañas de mamá

Textos: Jos 5, 9. 10-12; 2 Cor 5, 17-21; Lc 15, 1-3. 11-32.

El Señor Jesús nos ha convocado para alimentarnos con su Palabra y su Cuerpo y Sangre. Hoy hace lo mismo que en su vida terrena: escuchar y recibir a los pecadores y comer con ellos, como nos narra san Lucas. Nosotros hemos venido a esta Asamblea dominical como pecadores, por lo que Jesús nos escucha, nos recibe, nos hace partícipes de su mesa. Con este hecho y la parábola que se proclamó, nos muestra que Dios es un Papá con entrañas de mamá.

Homilía para el 3er domingo de Cuaresma 2013

No ocupar la tierra inútilmente

Textos: Ex 3, 1-8. 13-15; 1 Cor 10, 1-6. 10-12; Lc 13, 1-9.

Nos hemos reunido para celebrar la Eucaristía en el Día del Señor. En este tercer domingo de Cuaresma la Palabra de Dios, que nos prepara a la Comunión, nos invita a dar frutos. Para esto es necesaria la conversión, según las palabras de Jesús. Él narra la parábola de la higuera que no da frutos. Todos sabemos que un árbol frutal no tiene que ocupar la tierra inútilmente, sino que debe dar su fruta para poder saborearla. De otro modo, lo que se hace es cortarlo.

Homilía para el 2º domingo de Cuaresma 2013

Escuchar a Jesús

Textos: Gn 15, 5-12. 17-18; Flp 3, 17-4,1; Lc 9, 28-36.

Hoy, segundo domingo de Cuaresma, Dios nos invita escuchar a su Hijo. Jesús estaba en el monte, transfigurado, dialogando con Moisés y Elías sobre la muerte que le esperaba en la ciudad de Jerusalén, acompañado por tres de sus apóstoles adormilados y cubierto por la nube. En ese ambiente, Dios hace escuchar su voz, como la había pronunciado después del Bautismo de Jesús. No habla mucha. Solamente dice: “Este es mi Hijo, mi escogido: escúchenlo” (Lc 9, 36).

Homilía para el 4º domingo ordinario 2013

Pecadores y evangelizadores

Textos: Is 6, 1-2. 3-8; 1 Cor 15, 1-11; Lc 5, 1-11.

Acabamos de escuchar en el texto del Evangelio cómo, puesto a los pies de Jesús, Simón Pedro se confesó pecador. De la misma manera el profeta Isaías había reconocido ser una persona de labios impuros y Pablo se describió como un aborto, debido a su condición de perseguidor de la Iglesia. Sin embargo, los tres fueron enviados a la misión: Isaías como profeta, Pablo como apóstol y Simón como pescador de hombres. Todos fueron purificados por Dios para predicar.

Homilía para el 4º domingo ordinario 2013

Profeta admirado y rechazado

Textos: Jr 1, 4-5. 17-19; 1 Cor 12, 31-13, 13; Lc 4, 21-30.

Hace ocho días escuchamos el anuncio de la misión de Jesús. Ésta está resumida en la frase que se proclamó en la aclamación antes del Evangelio: “llevar a los pobres la buena nueva y anunciar la liberación a los cautivos” (Lc 4, 18). Hoy san Lucas nos ofrece lo que sucedió en la sinagoga de Nazaret después de ese anuncio. Primero fue la admiración de sus paisanos, luego siguió la incertidumbre –“¿No es éste el hijo de José?” (v. 22)– y, finalmente, vino el rechazo.