Homilía del 7º domingo ordinario 2011
“Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian y rueguen por los que los persiguen y calumnian” (Mt 5, 44). Estos mandatos de Jesús están orientados a que sus discípulos y discípulas vivamos como hijos e hijas de Dios. Quiere decir que no basta con tener el Bautismo y los demás sacramentos para ser hijos e hijas de Dios. Es necesario asumir y cultivar un estilo de vida en el que se viva al máximo el mandamiento del amor: al grado de amar a los enemigos.