Homilía para el 21er domingo ordinario 2022
Nadie tiene ganada la salvación por el hecho de pertenecer al pueblo de Dios.
Nadie tiene ganada la salvación por el hecho de pertenecer al pueblo de Dios.
¿Cómo entender y aceptar que Jesús no vino a traer la paz sino la división?
La vida de la Iglesia no tiene que ser de grandes multitudes, sino de pequeñas comunidades en medio de la vida ordinaria, pero con un testimonio de vida comunitaria.
Los bienes no son para acumularse sino para compartirse, para que nadie pase necesidad, para que todos y todas vivamos con dignidad.
Les compartimos las ponencias del Conversatorio sobre los 50 años de vida diocesana,
Ante una petición de sus discípulos, Jesús nos enseñó qué y cómo hay que orar al Padre.
Los textos bíblicos de hoy nos invitan a atender al Señor pues, continuamente y de muchas maneras, viene a visitarnos.
Ante la cultura de la indiferencia en que estamos sumidos, el Señor nos pide convertirnos.
El trabajo por el Reino sigue, porque esta es la misión permanente de la Iglesia. No nos debemos contentar con que ya celebramos las Bodas de Oro.
A días de celebrar los 50 años de nuestra Diócesis, Jesús nos aclara que no es fácil seguirlo en su camino como discípulos.
Una cosa es saber cosas sobre Jesús y otra, muy distinta, seguirlo en su camino. Lo podemos descubrir a la luz de los textos bíblicos de este domingo.
La Trinidad es nuestro modelo de comunión, de vida comunitaria y como parroquia nos encomendamos a Dios, para continuar en nuestra búsqueda por llegar a ser una comunidad de comunidades, por vivir la comunión entre todos los barrios y colonias.