Homilía para el 1er domingo de Cuaresma 2013

La fuerza de Jesús

Textos: Dt 26, 4-10; Rm 10, 8-13.

Jesús fue tentado, como escuchamos en el texto del Evangelio. El diablo le presentó posibilidades, situaciones, condiciones de las que Jesús se podía aprovechar para manifestarse poderoso. Y no cayó. Sí apareció que era poderoso, pero contra el demonio; se mostró fuerte, pero en la relación para con su Padre. Jesús tenía muy claros los compromisos del pueblo de Israel para con Dios: escuchar su Palabra y cumplirla, adorarlo sólo a Él, evitar tentarlo.

Homilía para el 4º domingo ordinario 2013

Pecadores y evangelizadores

Textos: Is 6, 1-2. 3-8; 1 Cor 15, 1-11; Lc 5, 1-11.

Acabamos de escuchar en el texto del Evangelio cómo, puesto a los pies de Jesús, Simón Pedro se confesó pecador. De la misma manera el profeta Isaías había reconocido ser una persona de labios impuros y Pablo se describió como un aborto, debido a su condición de perseguidor de la Iglesia. Sin embargo, los tres fueron enviados a la misión: Isaías como profeta, Pablo como apóstol y Simón como pescador de hombres. Todos fueron purificados por Dios para predicar.

Homilía para el 4º domingo ordinario 2013

Profeta admirado y rechazado

Textos: Jr 1, 4-5. 17-19; 1 Cor 12, 31-13, 13; Lc 4, 21-30.

Hace ocho días escuchamos el anuncio de la misión de Jesús. Ésta está resumida en la frase que se proclamó en la aclamación antes del Evangelio: “llevar a los pobres la buena nueva y anunciar la liberación a los cautivos” (Lc 4, 18). Hoy san Lucas nos ofrece lo que sucedió en la sinagoga de Nazaret después de ese anuncio. Primero fue la admiración de sus paisanos, luego siguió la incertidumbre –“¿No es éste el hijo de José?” (v. 22)– y, finalmente, vino el rechazo.

Homilía para el 3er domingo ordinario 2013

La misión de Jesús es nuestra misión

Textos: Neh 8, 2-4. 5-6. 8-10; 1 Cor 12, 12-30; Lc 1, 1-4; 4, 14-21.

Estamos atentos a la Palabra, como el pueblo que escuchaba a Esdras mientras les leía el libro de la ley y como la gente de Nazaret cuando Jesús leyó un trozo de Isaías. En los textos de hoy se nos recuerda la misión que tenemos como miembros de la Iglesia; se nos recuerda, además, el fundamento de esa misión y la obligación de realizarla en nuestros días. Es la misma misión que Jesús proclamó en la sinagoga de su pueblo, tal como escuchamos en el Evangelio.

Homilía para el 2º domingo ordinario 2013

Servir a Jesús

Textos: Is 62, 1-5; 1 Cor 12, 4-11; Jn 2, 1-11.

A la luz del texto del Evangelio podemos reflexionar sobre el compromiso que tenemos por el Bautismo: hacer que Jesús llegue a los demás. Se acabó el vino en la fiesta de bodas donde participaban Jesús, su madre y sus discípulos. Esta situación, descubierta por María, sirvió para que Jesús actuara y fuera proclamado como el vino de mejor calidad en la historia de la humanidad. En la realización de ese signo de Jesús participaron los sirvientes de la fiesta.

Homilía para la fiesta del Bautismo del Señor 2013

Espíritu Santo y misión

Textos: Is 42, 1-4. 6-7; Hch 10, 34-38; Lc 3, 15-16. 21-22.

Hoy celebramos la fiesta del Bautismo del Señor. Jesús es aquel que Juan el Bautista anunció como el más importante, el que bautizaría con Espíritu Santo y fuego, al que no era digno de desatarle las correas de sus sandalias. San Lucas nos narra el acontecimiento del Bautismo de Jesús: se metió entre los que estaban siendo bautizados, se puso a orar, el cielo se abrió, el Espíritu Santo bajó sobre Él y se oyó una voz del cielo reconociéndolo como su Hijo predilecto.

Homilía para el domingo de Epifanía 2013

Alejados

Textos: Is 60, 1-6; Ef 3, 2-3. 5-6; Mt 2, 1-12.

Los Magos vinieron desde oriente para adorar a Jesús. Esta es la síntesis de la Historia de la Salvación. San Mateo nos la ofrece en el texto del Evangelio recién proclamado. Los Magos de oriente representan a todos los pueblos y personas de la tierra: los paganos en relación a los judíos, los no cristianos en relación a los cristianos, los alejados en relación a los practicantes dentro de la Iglesia. Jesús, al que los Magos encontraron niño, es el centro de nuestra fe.