Homilía para el 12º domingo ordinario 2014

Ir a la misión sin temores

Ord12 A 14

Nos hemos reunido este domingo como discípulos de Jesús para encontrarnos con Él. Nos acaba de hablar en el Evangelio y nos recuerda que hemos sido enviados a la misión; luego nos acercaremos a comulgar su Cuerpo y Sangre, que nos fortalecen para el cumplimiento de la misión. Escuchamos algunas indicaciones de Jesús a los Doce, al enviarlos a su primera experiencia de salida a comunicar la Buena Nueva y, como experiencia nueva, era lógico que tuvieran temores.

Homilía para el domingo de la Santísima Trinidad 2014

Vivir en el amor


SmaTrinidad A 14

Estamos celebrando la Eucaristía el domingo en que como Iglesia festejamos a la Santísima Trinidad. Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, se nos presenta en los textos de la Palabra como amor, vida, misericordia, compasión, fidelidad, paciencia, comunión, paz. Dios es la fuente de todas estas dimensiones que llevamos en nuestra vida desde que recibimos el Bautismo. Dios es el modelo de vida y relación para nosotros, como esposos, como familia, como comunidad.

Homilía para el domingo de Pentecostés 2014

Espíritu para la misión

Pentecostés A

Estamos celebrando la solemnidad de Pentecostés. Con la Eucaristía de este domingo le agradecemos a Dios el don del Espíritu Santo que, como escuchamos en la primera lectura, vino sobre los discípulos de Jesús. Pentecostés se convirtió en el cumplimiento de la promesa hecha por Jesús a sus discípulos de que Él y el Padre les enviarían su Espíritu para que fueran sus testigos por todo el mundo. El Espíritu descendió para llevarlos a la misión y sostenerlos en ella.

Homilía para el domingo de Ascensión 2014

Ser misioneros y formar discípulos

Ascensión A

Este domingo celebramos la Ascensión del Señor. Es el hecho de que, después de resucitar, Jesús se elevó al cielo y Dios lo sentó a su derecha, como testimonian los textos bíblicos proclamados. Es el acontecimiento que confesamos en el Credo: “subió al cielo y está sentado a la derecha del Padre”, decimos. Enseguida lo recitaremos una vez más. Pero, antes de su Ascensión, Jesús encomendó a sus discípulos ser misioneros y formar discípulos suyos.