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Homilía para el 2º domingo de Pascua 2020
El Resucitado nos impulsa a ser sus testigos
Los discípulos estaban encerrados por miedo a los judíos, después de lo que había pasado con Jesús tres días antes: había muerto en la cruz y lo habían sepultado. Nosotros estamos encerrados –se supone–, como prevención ante la epidemia del Coronavirus, por eso estamos viviendo esta celebración dominical unidos a través de la red. En ambas situaciones, Jesús resucitado se hace presente para comunicar su paz, devolver la alegría, la esperanza y la razón de seguirlo en su camino.
Guía para la celebración dominical en familia (19 de abril de 2020)
Les comparto esta guía de celebración dominical para vivirla en familia el próximo domingo, 2º de Pascua, durante la cuarentena preventiva.
Homilía para el Domingo de Pascua 2020
Alimentar la esperanza
La noticia de hoy es que a Jesús de Nazaret, el que fue crucificado, Dios lo resucitó al tercer día. Era el primer día de la semana por la madrugada, cuando las mujeres fueron al sepulcro a llorar su muerte y a embalsamar su cuerpo, y se encontraron con que el sepulcro estaba abierto y con la noticia de que había resucitado. El primer día de la semana Jesús venció a la muerte. Por eso, a este día se le llamó domingo, Día del Señor. Esa noticia fue corriendo de boca en boca hasta llegarnos a nosotros. Primero la dieron los ángeles, enseguida las mujeres, luego los apóstoles, después otros discípulos y discípulas, como los de Emaús. Hoy nos toca darla a nosotros y sostenerla en tiempo de epidemia y de todo lo que ésta conlleva: temores, miedo, angustia, dudas, sinsentido… El encuentro dominical con Jesús, prolongación de los primeros que tuvo con sus discípulos ese primer día de la semana, nos vuelve a la esperanza y la vida, y nos impulsa a la misión y a la solidaridad.