Homilía para el Viernes Santo 2018
Creer en el crucificado o rechazarlo
Estamos celebrando la entrega total de Jesús, hasta morir en la cruz y derramar su última gota de sangre y agua. Es la muerte redentora, la que nos da el perdón de los pecados y nos comunica la vida de Dios. En esta celebración reconocemos esa entrega de Jesús en la cruz; por eso, enseguida vamos a realizar un gesto de adoración y de agradecimiento, que nos compromete a seguirlo con fidelidad en su camino.

El chirrión de Enrique
La FIL con, sin o a pesar de
Reencuentro
La verdad que no muere
Terrorismo, propaganda y mensajeros






