Atrévete a ser feliz – Vida diocesana
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Reconocer y confesar a Jesús
San Juan nos ofrece hoy la tercera aparición de Jesús resucitado a sus discípulos. Las dos primeras las escuchamos y reflexionamos el domingo pasado: la primera fue el día de la Resurrección por la noche, cuando Tomás no estaba con la comunidad; la segunda fue a los ocho días, en la que Tomás lo reconoció y confesó como su Señor y su Dios. La tercera vez que el Resucitado se encontró con sus amigos, fue también una experiencia de reconocimiento y confesión. Esto sintetiza lo que tiene que ser nuestra dinámica personal y comunitaria como discípulos misioneros de Jesús.
ayudan a prevenir enfermedades o a tratarlas en el caso de que ya se hayan manifestado permitiendo por ejemplo favorecer los procesos de desintoxicación, depuración y eliminación de residuos almacenados en los tejidos o en la sangre.
El desafío es que las comunidades traten a sus miembros enfermos y ancianos como María de Jesús, Teresa de Calcuta y Francisco
Los retos que el proceso diocesano plantea a las Religiosas, para participar más eficazmente en la misión evangelizadora, son asumir el nuevo modelo de Iglesia desde sus carismas y participar en la pastoral de conjunto.
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Encontrarnos con el Resucitado para ir a la misión
Después de irse encontrando con sus discípulas y algunos de sus discípulos a lo largo del día de su Resurrección, Jesús fue a visitar a la comunidad. Ellos estaban tristes por su muerte y encerrados por miedo a los judíos. Era lógico. Pero la muerte no triunfa, Dios no permanece callado. Dios habla y la Vida triunfa. La Resurrección es la mejor respuesta del Padre a los gritos de su Hijo en la cruz y a la desesperanza de los discípulos y discípulas del Nazareno crucificado. Ese encuentro vespertino, que culminó todos los demás del domingo, transformó totalmente a la comunidad y nos señala lo que tienen que ser nuestras Eucaristías dominicales: un impulso para ir a la misión.
Les ofrecemos el material de la XI Asamblea Diocesana Postsinodal. Tiene dos partes: la primera son los contenidos, es decir, la síntesis diocesana de la evaluación de las prioridades en lo eclesial del 4º Plan Diocesano de Pastoral y lo que reflexionamos a partir de ella; la segunda son los apéndices, o sea, los cantos, los saludos, las palabras de nuestro padre obispo, las guías de la oración... Ojalá que les sirva para seguir trabajando en sus comunidades, sobre todo con los desafíos.