El Puente

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Homilía del 1º de enero de 2012, solemnidad de Santa María, Madre de Dios

Madre

Textos: Nm 6, 22-27; Gal 4, 4-7; Lc 2, 16-21.

Hoy celebramos tres acontecimientos importantes para nuestra vida: el inicio del año 2012, la Jornada Mundial de la Paz y, como Iglesia, la solemnidad de la Virgen María en su condición de Madre de Dios. Ponemos sobre el altar, para ofrecérselos al Señor, todos los esfuerzos que hicimos durante el año anterior por escuchar y poner en práctica su Palabra, por vivir como hermanos en comunidad, por construir la paz con justicia; y le agradecemos el regalo de María.

Homilía de la Natividad de Nuestro Señor 2011

La luz

Textos: Is 52, 7-10; Hb 1, 1-6; Jn 1, 1-18.

Se terminó el Adviento. Hoy celebramos el nacimiento de nuestro Salvador. El Hijo de Dios nació en Belén. Nació en medio de la noche y el evangelista Juan lo presenta como la luz. Es la luz de que hablaba Juan el Bautista mientras preparaba al pueblo a recibirlo. Es la luz que ilumina nuestro mundo lleno de las tinieblas de la pobreza, la violencia, la incertidumbre. Pero necesitamos recibirlo, dejar que nos ilumine. Para esto tenemos que hacernos como los pastores.

Homilía del 4º domingo de adviento 2011

Escuchar la Palabra

Textos: 2 Sam 7, 1-5. 8-12. 14. 16; Rm 16, 25-27; Lc 1, 26-38.

En este domingo, el último antes de la Navidad, se nos ofrece la figura de María de Nazaret como modelo de creyente en Dios. Ella escuchó su Palabra, la reflexionó, la aceptó y la puso en práctica, como le expresó al mensajero de Dios: “cúmplase en mí lo que me has dicho” (Lc 1, 38). Eso no solo lo dijo ante el ángel sino que lo realizó durante toda su vida. Hoy, de frente al testimonio de María, podemos revisar lo que hacemos ante la Palabra de Dios.

Homilía del 3er domingo de Adviento 2011

En este tercer domingo de Adviento aparece como personaje principal Juan el Bautista; aunque él no se ubica como el más importante, sino que se presenta siempre al servicio del Mesías. Dice el texto del evangelio que vino como testigo (Jn 1, 7). Un testigo da testimonio de algo o de alguien. En este caso, Juan da testimonio de Jesús, quien es presentado como luz. El Bautista no era la luz, sino testigo de la luz (v. 8). Así se ubica al responder sobre su identidad.