El Puente

Es una especie de portada. Contiene referencias y ligas del contenido de las demás secciones. Sólo informaciones pequeñas estarán completas, el resto serán llamados. También es un tablero de avisos.

Homilía del Domingo de Ramos 2012

El crucificado

Textos: Mc 11, 1-10 (para la bendición de palmas); Is 50, 4-7; Flp 2, 6-11; Mc 14, 1-15, 47.

Bendición de palmas: Un pobre, Jesús, es recibido por una multitud de pobres que lo aclaman porque trae el Reino de parte del Señor. Así hoy nosotros salimos con nuestras palmas para encontrarnos con Jesús, para recibirlo y acompañarlo en su camino hacia Jerusalén. Con la celebración de este domingo iniciamos la Semana Santa y nos adentramos en los misterios centrales de nuestra fe: la pasión, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo.

Homilía del 5º domingo de Cuaresma 2012

Ver a Jesús

Textos: Jer 31, 31-34; Hb 5, 7-9; Jn 12, 20-33.

San Juan nos dice que unos griegos querían ver a Jesús. Cuando Jesús escuchó esto de Felipe y Andrés, aprovechó para decirles a ellos y a nosotros lo que significa verlo. Verlo es mucho más que mirarlo con los ojos. Verlo significa captar su mensaje, su persona, su camino, su estilo de vida, su destino, y decidirse a seguirlo hasta el final. Todo esto está incluido en nuestro ser miembros de la Iglesia y en la petición que los papás hacen de que sus hijos sean bautizados.

Homilía del 4º domingo de Cuaresma 2012

Amor

Textos: 2 Cro 36, 14-16. 19-23; Ef 2, 4-10; Jn 3, 14-21.

Jesús le habla a Nicodemo del amor que Dios nos tiene. Le dice que es tanto, es decir, ya no hay más, es todo, que entregó hasta su Hijo, el único que tiene. Y nos lo dio con tal de que la humanidad tuviera vida eterna, o sea, que saboreáramos la propia vida de Dios. Pero para alcanzar esta vida eterna es necesario mirar a Jesús, creer en Él y vivir en la luz, en la verdad y en el bien. Es responsabilidad nuestra responder al amor de Dios viviendo en el amor.

Homilía del 3er domingo de Cuaresma 2012

Templos

Textos: Ex 20, 1-17; 1 Cor 1, 22-25; Jn 2, 13-15.

Jesús llegó al templo de Jerusalén y se encontró con que lo tenían convertido en un tianguis. Eso lo hizo reaccionar de forma violenta, porque con eso se le había cambiado totalmente el sentido a la casa de su Padre. Los judíos le pidieron las razones por las que actuaba así. Al responderles con la imagen del templo destruido por ellos y reconstruido por Él en tres días, nos da el verdadero sentido de los templos, para que los respetemos, los cuidemos y los defendamos.

Día del Seminario

Día del Seminario en nuestra Diócesis

El próximo domingo 18 de marzo celebraremos el Día del Seminario en la Diócesis de Cd. Guzmán. Con este motivo les compartimos algunos materiales de reflexión y oración, y los invitamos a intensificar la oración a Dios pidiéndole las vocaciones necesarias para nuestra Diócesis [...]

Homilía del 2º domingo de Cuaresma 2012

Escuchar

Textos: Gn 22, 1-2. 9-13. 15-18; Rm 8, 31-34; Mc 9, 2-10.

Se han proclamado tres textos de la Palabra escrita de Dios. En ellos Dios nos pide escuchar a su Hijo. Yo creo que en esta petición que Dios hace, no sólo a Pedro, Santiago y Juan, sino a todos aquellos que nos consideramos discípulos de Jesús, está el centro de la experiencia cristiana. Desde el monte de la Transfiguración, Dios mismo nos dice que a Jesús y a nadie más tenemos que escuchar. Eso nos ayuda a revisar nuestra vida en este domingo de Cuaresma.

Homilía del 1er domingo de Cuaresma 2012

Tentado

Textos: Gn 9, 8-15; 1 Pe 3, 18-22; Mc 1, 12-15.

Jesús aparece en el desierto. Ahí fue conducido por el Espíritu de Dios y tentado por el espíritu del mal, Satanás, como nos dice san Marcos. Esto sucedió después de su bautismo en el Jordán. Eso que le sucedió a Jesús, lo experimentó a lo largo de su ministerio y no solo esos cuarenta días; es decir, se dejó conducir por el Espíritu Santo y sufrió la tentación hasta el final de su vida en la cruz. Esto, al inicio de la Cuaresma, nos pone de frente a nuestra vida, para reflexionarla.

Homilía del 7º domingo ordinario 2012

Parálisis

Textos: Is 43, 18-19. 21-22. 24-25; 2 Cor 1, 18-22; Mc 2, 1-12.

Estamos llenos de parálisis. Personalmente, en la comunidad, como Iglesia y en la sociedad, existen situaciones que nos tienen en condiciones semejantes a las del paralítico que le llevaron a Jesús. Ante esto, Dios tiene una palabra para nosotros y la podemos descubrir en los textos que se han proclamado. Ahí, sobre todo en el Evangelio, podemos encontrar luces que nos iluminen el camino para salir de ellas y, al igual que el paralítico, logremos rehacer nuestra vida.