La Iglesia que se necesita
Asamblea vicarial, previa a la Décima Asamblea Diocesana Post-sinodal
estamos caminando aunque lentamente y nos falta mucho por hacer, porque nos están rebasando la pobreza, la violencia y el deterioro ecológico
Por: P. J. Lorenzo Guzmán J., Párroco de Huescalapa
En el proceso de evaluación del Cuarto Plan Diocesano de Pastoral y en el paso previo a la Décima Asamblea Diocesana Post-sinodal, la tercera vicaría se reunió en Asamblea el 8 de marzo, en el salón de la parroquia de Techaluta.
El objetivo planteado para la Asamblea, preparada y coordinada por el Equipo de Dirección de la Vicaría fue: “Ser conscientes de qué Iglesia queremos seguir impulsando en nuestros barrios-ranchos para responder a la realidad social”.
El trabajo central consistió en la lectura y reflexión de la síntesis vicarial de los resultados de la evaluación de las dos primeras prioridades del Plan diocesano y de la relectura teológico-pastoral que hicieron las parroquias a partir de esos resultados. Las prioridades evaluadas son: la promoción de la vida digna del pueblo, y la defensa y el cuidado de la Creación.
Después de conocer la síntesis, los asistentes a la Asamblea se preguntaron qué les hacen pensar los resultados en relación a la Iglesia que quieren impulsar desde los barrios y ranchos.
Los secretarios compartieron las reflexiones realizadas en grupos y entre otras cosas dijeron: “nos hacen pensar que estamos caminando aunque lentamente y nos falta mucho por hacer, porque nos están rebasando la pobreza, la violencia y el deterioro ecológico; que estamos trabajando más en lo eclesial que en lo social, que no estamos promoviendo una Iglesia ministerial, que hay separación entre la fe y la vida, que nos falta involucrar a los jóvenes en estas tareas”.
Respecto al modelo de Iglesia que se pretende construir en barrios y ranchos, señalaron: “una Iglesia misionera, ministerial, profética, samaritana, servidora, con rostro laical”.
Emilia Silvestre Jacobo, representante de la parroquia de Teocuitatlán, comentó lo que le quedó claro de esta Asamblea fue que: “hay que echarle ganas al trabajo y comprometernos más en el servicio que estamos dando como agentes de pastoral, pues hay mucho trabajo”.