Formarnos para ser misericordiosos
El Consejo Diocesano de Pastoral estudió otro capítulo de La alegría del amor
Evitar prejuicios, no juzgar, no excluir, no señalar; y más bien invitar al amor y misericordia de Dios
Por: P. J. Lorenzo Guzmán J., Párroco de Huescalapa
“Acompañar, discernir e integrar la fragilidad” es el nombre del capítulo VIII de la Exhortación Apostólica del Papa Francisco La alegría del amor, estudiado por el Consejo Diocesano de Pastoral en su reunión del 16 de marzo de 2018.
El estudio fue coordinado por el Equipo Diocesano de Pastoral Familiar. Durante el año pasado y parte de este, el equipo ha estado reflexionando y sintetizando el documento, y ha ido ayudando al Consejo a acercarse a él, con la finalidad de encontrar luces para animar y acompañar la pastoral de las familias en nuestra Diócesis.
El acento estuvo puesto en la misericordia. Este es el criterio aclarado para el acompañamiento y el discernimiento en las situaciones familiares y de pareja, especialmente de aquellas que se encuentran en situaciones difíciles.
Como signos de misericordia y, por tanto, compromisos a vivir, se señalaron evitar prejuicios, no juzgar, no excluir, no señalar; y más bien invitar al amor y misericordia de Dios.
Los laicos pidieron de los sacerdotes –porque trabajaron por separado sacerdotes y laicos– escuchar, dialogar, discernir, para acompañar con misericordia a los matrimonios en situaciones irregulares, a la luz del Evangelio y no solo de las normas.
Por su parte, los sacerdotes cayeron en la cuenta de que su responsabilidad como pastores es formar la conciencia moral de la comunidad, ser facilitadores y no controladores de la gracia, discernir junto con los esposos, tener en cuenta la gradualidad tanto de las situaciones como del proceso de respuesta.
Sacerdotes y laicos coincidieron en la necesidad de formarse unos y otros para saber acompañar. “Nos hace falta formarnos para trabajar con misericordia”, señaló Nazario Gómez Ortiz, uno de los miembros del Equipo de Pastoral Familiar.
En la segunda parte de la reunión, los Vicarios y coordinadores presentaron el programa para la Décima Asamblea Diocesana Post-sinodal, que se realizará el 18 y 19 de abril.