El Nacimiento de Nuestra Diócesis

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Con motivo de los cincuenta años del inicio del Concilio Vaticano II, de los 40 años de la creación de la Diócesis y de los 15 años de la conclusión del Sínodo Diocesano, en nuestro espacio “Hagamos memoria” iremos retomando y compartiendo aspectos de la historia de la Diócesis de Ciudad Guzmán.

Nos dice el Concilio Vaticano II que “la Diócesis es una porción del Pueblo de Dios que se confía al Obispo para ser apacentada con la cooperación de sus presbíteros, de suerte que adherida a su pastor y reunida por él en el Espíritu Santo por medio del Evangelio y de la Eucaristía, constituye una Iglesia particular, en que encuentra y opera verdaderamente la Iglesia de Cristo, que es Una, Santa, Católica y apostólica” (LG 11a).

Nuestra Diócesis fue creada por el Papa Pablo VI, en la bula dada el 25 de marzo de 1972 y el 30 de junio de ese mismo año fue erigida. Nació en el contexto de renovación eclesial impulsada por el Concilio Vaticano II, por eso está marcada y orientada por la luces y anhelos conciliares, que luego fueron asumidos por la Segunda Conferencia Episcopal Latinoamericana celebrada en 1968 en la ciudad de Medellín, Colombia. Se nombró como primer obispo al Sr. Leobardo Viera Contreras y desde entonces inició su caminar como Iglesia peregrina en esta región sur de Jalisco.

La Diócesis cuenta con una población de 450 mil habitantes aproximadamente, siendo Ciudad Guzmán, con 100 mil habitantes, el centro de población más grande. Además cuenta con 6 poblaciones que pasan de los 25 mil habitantes; la población restante se encuentra ubicada en poblaciones medias y en pequeñas rancherías.

La extensión de la Diócesis es de 8 mil km2 y cuenta como característica con cinco amplias llanuras: Valle de Zacoalco, Valle de Sayula, Valle de Zapotlán, Valle de Tamazula, Tuxpan, Zapotiltic; y el Llano en Llamas. Dos sierras: Sierra de Tapalpa y Sierra del Tigre; y tres montañas de gran elevación: Nevado de Colima, cerro del Tigre de Mazamitla y Cerro de García en Teocuitatlán. Durante el temporal de lluvias que va de los meses de junio a octubre, varios riachuelos o arroyos descienden de las sierras a los valles y a tres lagunas: Zacoalco-Sayula y Zapotlán; solamente los ríos Tamazula, Cofradía-Tuxcacuesco-Ayuquila-Tolimán (Río Grande) y Valle de Juárez permanecen con agua durante todo el año, desembocando en el Océano Pacífico en los ríos, Armería, Coahuayana y Balsas.

Ahora, en nuestros días el Sr. Obispo Don Rafael León Villegas nos invita a vivir un Jubileo con motivo de este acontecimiento, a renovar nuestro compromiso de discípulos y misioneros de Jesucristo y a rescatar la memoria histórica de nuestra Iglesia, sobre todo para conocimiento y compromiso de los más jóvenes.

Publicación en Impreso

Número de Edición: 115
Autores: P. José Alfredo Monreal
Sección de Impreso: Hagamos memoria

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