Dos pueblos unidos por una misma fe

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Más de 500 años han transcurrido desde la colonización espiritual de las comunidades indígenas por parte de los frailes franciscanos en esta región sur de Jalisco. A pesar de todo este tiempo en algunos pueblos, aún se viven tradiciones que surgieron de ese encuentro entre las dos culturas.

La historia narra que los frailes españoles les quitaron sus ídolos a los indígenas habitantes de esta región, y se comenzó a evangelizar a todos los naturales en la fe del cristianismo, muchos de los signos religiosos de los pueblos indígenas se adaptaron a la religiosidad popular del cristianismo.

En algunos de estos pueblos hoy no se puede entender su historia, su vida cotidiana, el modo de ser de la gente, su desarrollo y progreso sino se toman en cuenta los elementos culturales y de fe que rodean su vida, tal es el caso de Tuxpan y Zapotiltic comunidades marcadas por tradiciones indígenas y expresiones de fe reflejadas en la festividad entorno a la imágen de Jesús Crucificado bajo el nombre de El Señor del Perdón de Tuxpan y EL Señor del Perdón de Zapoltiltic.

Abril y mayo son los meses en los que se venera, de igual forma en Tuxpan y Zapotiltic a estas     imágenes, cada pueblo vive sus propias tradiciones empapadas de elementos culturales que son expresión de su historia, sus mitos y sus tradiciones.

Señor del Perdón de Tuxpan un cristo que está vivo

En el «pueblo de la fiesta eterna» como se conoce comúnmente a Tuxpan por las diferentes fiestas religiosas que celebran durante todo el año, de las cuales la más importante es la fiesta juramentada en honor de la imagen del Cristo de caña de maíz, de tamaño casi normal y al que nombran Señor del Perdón. El inicio de esta fiesta juramentada fue en el año de 1806,  nacio con un juramente hecho por los naturales y todos los vecinos del pueblo en el cual se nombra y reconoce a la imagen como el protector contra los temblores. Fue el 9 de abril de 1806, días después del gran temblor del 25 de marzo que destruyó gran parte de las viviendas del pueblo, los habitantes otorgan con juramento oral y de manera escrita solemnizar anualmente al Señor Crucificado del Perdón  el día 25 de marzo de cada año en memoria del temblor devastador del pueblo. Dicho juramento se volvió a renovar por iniciativa del Sr. cura del pueblo el sacerdote J. Melquiades Ruvalcava el primero de junio de 1941 días después del temblor del 15 de abril.

Fue así como los pobladores comenzaron a celebrar anualmente la festividad al Señor del Perdón, durante más de un siglo se celebró el 25 de marzo, pero al ver que siempre caía en el tiempo de cuaresma, en 1929 se cambió al mes de mayo para celebrarla en el tiempo de la Pascua según el calendario litúrgico de la Iglesia, para los pobladores de Tuxpan, esta festividad es una forma de agradecer la protección que reciben del Señor del Perdón, viven sus fiestas con entusiasmo y alegría con rasgos característicos de tradiciones milenarias y cultura que se fueron preservando de generación en generación.

La fiesta del Señor del Perdón se caracteriza por la alegría de su gente, la cual trabaja durante todo el año en la organización de los diferentes momentos de la festividad una familia es elegida por medio de un sorteo para ser nombrada como la mayordomía de las fiestas, los mayordomos trabajan junto con el pueblo en la organización, además que durante el año tienen que visitar a los hijos ausentes de Tuxpan, para invitarlas a participar de las festividades. Lo más típico son las veladas que se realizan todas las noches durante el novenario, comienzan a las ocho de la noche, el altar donde reposa la imagen se llena de velas de cera que arden hasta consumirse y adornado con  una gran cantidad de diferentes flores que rocían de su aroma a todos los visitantes que se postran ante la imagen durante toda la noche, mientras en el atrio del templo toca la banda de música los tradicionales «Andantes» que son composiciones musicales compuestas por los habitantes de Tuxpan en honor del Señor del Perdón, en este ambiente de fiesta entre repiques de campanas, y juegos piroctenicos que iluminan el cielo como estrellas brillantes de múltiples colores, la gente se congrega para participar de las veladas, en la quema del castillo y en las tradicionales serenatas que se realizan en la plaza principal, con música, bailes y eventos culturales.

En la víspera de la festividad, la fiesta se anuncia con repiques de campanas, cohetes, las tradicionales mañanitas, el alba que anuncia por las principales calles la gran fiesta con música, cantos, y ponches de diferentes sabores, en todas las puertas de las casas se pegan las llamadas «Vivas» que son hojas impresas con frases y oraciones en honor del Señor del Perdón como un signo de hacer parte del festejo a todos los habitantes. Uno de los momentos más emotivos para los pobladores de Tuxpan, es la bajada de la imagen para el recorrido  por las calles de la ciudad, entre carros alegóricos, danzas, cohetes y música la imagen inicia su recorrido para como dicen los habitantes: «El Señor nos bendice porque esta vivo, y cuando pasa por nuestras casas nos da su bendición».

Otra de las festividades que los indígenas le ofrecen al Señor del Perdón son las veladas de los viernes de cuaresma, el culto de la comunidad indígena para estos días se basa en el arreglo del templo, con abundantes flores naturales y velas de cera que se encienden hasta consumirse.

En este año las fiestas se celebraran del 14 al 24 de mayo con el sentido de rescatar el valor histórico y de fe de las fiestas juramentadas,  por medio de los rosarios de aurora, los recorridos  del alba con música por las calles todos los días por las mañanas. las mañanitas el toque de doce, las misas y las peregrinaciones de los diferentes sectores de la sociedad y de los hijos ausentes.

El Señor del Perdón de Zapoltiltic

La imagen del Señor del Perdón de Zapoltiltic, es considerada una de las mejores obras de arte hechas en los talleres artesanales de Pátzcuaro Michoacán la cual representa la imagen de Jesuscristo crucificado,  este imagen de caña de caña de maíz  llegó con los indígenas en el año de 1629, por encomienda del franciscano Lorenzo de Zuñiga fue traído para que los habitantes de esa región depositaran en él su fe y devoción. Así fue naciendo el cariño entre los indígenas hacia la milenaria imagen, comenzaron a venerarlo en las festividades de semana santa.

Para los habitantes de esta población la imagen del Señor del Perdón es tenida como milagrosa y protectora de sus seguidores, por todos los favores recibidos los pobladores decidieron reconocerlos como el Patrono Protector, e iniciaron a festejar sus fiestas anuales el jueves que la iglesia universal celebra la Asención de Jesús. Hoy es la fiesta más grande la cual se celebra con gran entusiasmo y fervor desde el año 1929. La festividad comienza con el llamado reparto de decimas, el cual contiene el programa de los trece días de fiesta. La organización de la fiesta la encabeza una mayordomía que es apoyada por toda la comunidad, organizada en zonas de trabajo. Durante los trece días de fiesta desde muy temprano los repiques de campanas, los cohetes y la música de banda o mariachi despiertan  a la población invitando a las mañanitas y el albazo , la misa de aurora. Por la tarde la música recorre las calles del pueblo de Zapoltiltic, que llenan de alegría por las peregrinaciones de los diferentes gremios de la población, cada día, una de las peregrinaciones más emotivas y con mayor sentido para toda la comunidad es la del El día del Ausente la cual empezó en 1945 el año de la coronación del Señor del Perdón, los hijos ausentes son recibidos con arcos de flores, que se colocan en las calles de la entrada de la población, en medio de los repiques de campanas y de las alegres notas musicales  van llegando de  diversos puntos de la república mexicana  y  también los  que viven en Estados Unidos, son recibidos con muestras de cariños y aplausos por parte de sus familias y toda la comunidad de Zapoltictic, después de participar en la misa, la mayordomía les ofrece una comida en la que conviven en un ambiente de fiesta con todos paisanos.

Durante los trece días de fiesta, en las noches la gente se congrega en la plaza principal, para participar de los tradicionales eventos culturales, al salir de la misa los pobladores conviven, participan en los cantos y alabanzas al Cristo, disfrutan de la quema de toritos y lucidos castillos los cuales son pagados por los cuarteles o los gremios del día de la peregrinación.

El jueves de la asención del Señor es gran día de la función, desde muy temprano antes de que el sol sale, las campanas empiezan a repicar y los cohetes retumban en el cielo anunciando la gran fiesta, la gente por las calles al son de la banda  camina hacia el templo parroquial para cantar las mañanitas. Al medio día la misa de función es celebrada, en templo parroquial.

Al salir de la misa, la gente se reune a comer en sus casas con toda su familias, pozole y birria son los alimentos preparados para compartir  con los familiares y amigos que los visitan, en la tarde la imagen del Señor del Perdón es bajada de su nicho,  en un templo lleno de feligreses que espera, la imagen es limpiada con enormes trozos de algodón los cuales después son repartidos entre la comunidad, según testimonios recabados por estor reporteros, se le atribuyen fenómenos milagrosos  a los trozos de algodón con los que limpio la venerada imagen.

Entre bandas, cohetes, cantos y danzas la imagen es trasladada a la casa del mayordomo por calles llenas de gente que se congrega para ver pasar su querida imagen, en casa del mayordomo es recibida con jubilo y alegría, los vecinos del barrio decoran de múltiples colores las entradas de sus casas, durante toda la noche se vela y se venera, resguardada siempre por los seguidores de Señor antes conocidos como esclavos del Señor del Perdón.

Al día siguiente la por la tarde se celebra el tradicional recorrido de carros alegóricos por la principales calles de la población con la imagen del Señor de Perdón, este recorrido recuerda las salidas del Señor del Perdón de su templo en momentos difíciles para la población como fue la lluvia de arena del año 1913 donde la población ante el pánico decidió sacar la imagen con asombro los pobladores percataron que la regreso de la imagen a si templo,  al lluvia cesó.

Los trece días de ésta gran fiesta terminan con la rifa de la nueva mayordomía, que tradicionalmente se celebra el domingo próximo al jueves de la función, al nuevo mayordomo es elegido por medio un sorteo, entre apoyos y jubilo de todo un pueblo se une en una sola fe.

Aunque en las dos poblaciones las fiestas al Señor del Perdón se celebran con un ambiente de fe y tradición, estos pobladores del Sur de Jalisco sufren los estragos de la globalización y el neoliberalismo, poco a poco, nuevos elementos se presentan en las festividades, las cervezeras por ejemplo se cuelgan de las fiestas para aumentar el consumo entre los jóvenes que se divierten en los llamados callejones feriales.

Las festividades del Señor del Perdón se convierten hoy en día en un momento oportuno para vivir la identidad cultural de los pueblos, además de que se convierten en una oportunidad  de encuentro y convivencia en estos nuevos tiempos donde las realidades sociales tan complejas obligan a los ciudadanos a vivir aislados.

Publicación en Impreso

Número de Edición: 101
Sección de Impreso: Raíces
Autor: Vicente Ramírez y Alonso Sánchez

1 pensamiento sobre “Dos pueblos unidos por una misma fe

  1. REALMENTE EL SEÑOR DEL PERDON DE ZAPOTILTIC NO ESTA HECHO DE CAÑA DE MAIZ, ES EL SEÑOR DEL PERDON DE TUXPAN JALISCO, AL CUAL SE LE HA NOMBRADO PATRIMONIO CULTURAL POR LA HUMANIDAD, INFORMENSE BIEN….

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