Homilía para el 26º domingo ordinario 2019
Cultivar la solidaridad, no la indiferencia
Entre la parábola del administrador infiel y astuto, que reflexionamos hace ocho días, y la del rico glotón y Lázaro, que acabamos de escuchar, san Lucas señala que a Jesús lo estaban escuchando los fariseos, a quienes describe como amantes del dinero. El amor al dinero y a los bienes materiales conduce al acaparamiento, al consumismo, a las injusticias, al empobrecimiento de la mayoría, a las desigualdades económicas, a la indiferencia ante el sufrimiento y, por tanto, a la condenación. Esto está bien claro en nuestros días, pues el 1% de la población mundial vive en la abundancia y el despilfarro, mientras que el 80% no tiene para salir el día. “Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia”, como se dice. Esto tiene mucho qué decirnos hoy domingo.