Homilía para la Solemnidad de la Madre de Dios 2013
Guardar y meditar
Textos: Num 6, 22-27; Gal 4, 4-7; Lc 2, 16-21.
Estamos celebrando la Eucaristía en el primer día del año. El Señor nos ha permitido, por su bondad, ser testigos del fin de un año y del comienzo del otro. En este día, a los ocho de haber celebrado uno de los misterios más grandes de la historia, el Nacimiento del Hijo de Dios como uno de nosotros, se nos ofrece la oportunidad de valorar a una mujer: la Virgen María. Ella colaboró con su persona y su cuerpo al comienzo de la plenitud de los tiempos, como dice Pablo.