Año: 2019

Homilía para el 8° domingo ordinario 2019

Vivir coherentemente
Los textos que acabamos de escuchar nos ayudan a tomar conciencia de que, como discípulos y discípulas de Jesús, tenemos que vivir de una manera coherente, sencilla, testimonial. El referente es el propio Jesús, quien espera que, en nuestra experiencia de seguimiento, al menos lleguemos a ser como Él. Dice que, al terminar el aprendizaje, el discípulo será como su Maestro. La reflexión de la Palabra de Dios nos prepara para recibir sacramentalmente este domingo a nuestro Maestro.

Homilía para el 7º domingo ordinario 2019

Misericordiosos como nuestro Padre Dios
Jesús invita a sus discípulos a ser misericordiosos. Es lo que nos transmite san Lucas en el texto del Evangelio que acabamos de escuchar. Jesús estaba enseñando a sus discípulos sobre las prácticas principales en la vida de sus seguidores. Ciertamente son de las cosas más difíciles de vivir, por la inclinación humana al mal, al daño, a la venganza. La reflexión sobre nuestra vida, a la luz de la Palabra de Dios, nos ayudará a prepararnos para recibir a Jesús este domingo en la Comunión.

Homilía para el 6º domingo ordinario 2019

Dichosos los pobres
Esta semana viviremos una Asamblea Diocesana, la décima primera después del Sínodo, en la que trataremos algo de lo que nos dice la Palabra de Dios hoy: la atención a los pobres. Ellos son llamados dichosos por Jesús, como acabamos de escuchar en el texto del Evangelio, y, además, fueron tratados por Él de tal manera que los hizo experimentar la felicidad. Este es el desafío para nosotros bautizados y para nuestra Iglesia diocesana. Además, si nos alimentamos de la Comunión sacramental es para vivir unidos a Jesús en su proyecto de vida al servicio del Reino, sintetizado en las bienaventuranzas.

Homilía para el 5º domingo ordinario 2019

Misioneros pecadores

La Palabra de Dios que se nos ofrece para este domingo desdice lo que muchos ponen como pretexto para no colaborar en el anuncio del Evangelio en la comunidad: que son indignos o que son pecadores. El Señor siempre llama a pecadores, no a puros ni perfectos, invita a gente ordinaria a colaborar en su proyecto de salvación. Esto se ve bien claro en tres personajes que aparecen en los textos bíblicos de hoy: Isaías, Pedro y Pablo. Su testimonio nos ayuda a prepararnos para renovar nuestro compromiso de ser misioneros y a recibir a Jesús en la Comunión sacramental.