Guía para la celebración dominical en familia (21 de noviembre de 2021)

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Les compartimos una guía para la celebración dominical de la Palabra en familia, para el próximo domingo, solemnidad de Cristo Rey.

Dar testimonio de la verdad

Celebración dominical de la Palabra en familia – Jesucristo, Rey del Universo – 21 de noviembre de 2021

Parroquia de Santo Niño Milagroso, en Huescalapa, Jal.


  • Tener un altar con la Biblia abierta en Jn 18, 33-37, el cirio encendido y flores. Una imagen de Jesús frente a Pilato y un crucifijo con el letrero: “Jesús nazareno, Rey de los judíos”. Letreros: “He venido para dar testimonio de la verdad”, “El que está de parte de la verdad escucha mi voz”.

 

INICIO

CANTO:  Tu reino es vida (Se puede encontrar y descargar en YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=JtavVqUuL_I).

PAPÁ:     Este domingo celebramos la fiesta de Cristo como Rey de Universo. Unidos a la Iglesia desde nuestra casa, damos gracias a Dios por su Resurrección. Hoy en el evangelio Jesús es cuestionado por Pilato sobre su condición de rey. Participemos con gusto en esta celebración.

MAMÁ:    Iniciamos En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

¿Qué vemos en el altar? ¿En qué nos hace pensar? En nuestra vida, ¿hablamos y actuamos siempre con la verdad?

Para disponernos a celebrar la Palabra de Dios, pidámosle perdón por nuestros pecados.

PAPÁ:     Tú que has puesto la salvación del género humano en el árbol de la cruz: Señor, ten piedad.

MAMÁ:    Tú que, siendo Rey, padeciste por nosotros para que siguiéramos tus huellas: Cristo, ten piedad.

HIJOS/AS: Tú que, cargado con nuestros pecados, subiste al trono de la cruz para que, muertos al pecado, viviéramos en la verdad y la justicia: Señor, ten piedad.

TODOS/AS: Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. Amén.

 

PALABRA DE DIOS

PAPÁ:     En el juicio ante Pilato, Jesús se declaró rey, pero le aclaró que su reinado no es como los de este mundo. Dispongamos nuestro corazón para escuchar el texto del evangelio, diciendo: Habla, Señor, tú eres nuestro rey.

  • Uno de los hijos toma la Biblia del altar y lee Jn 18, 33-37 (Nota: si es necesario se lee otra vez).

Volvamos al texto del evangelio: ¿Cuál fue la primera pregunta de Pilato a Jesús? ¿Qué le respondió? ¿Quiénes habían entregado a Jesús? ¿De dónde no es su reino? ¿Qué habría sucedido si su reino fuera de este mundo? ¿Qué le preguntó Pilato a Jesús cuando le dijo que su reino no era de aquí? ¿Aceptó Jesús ser rey? ¿Para qué vino al mundo y nació Jesús? ¿Qué hace quien está de parte de la verdad?

PAPÁ:     Aunque esté en este mundo, el Reino de Jesús no tiene su origen como los reinos de este mundo que están cimentados en las luchas por el poder y se sostienen con mentiras, amenazas, trampas, violencia e injusticias.

MAMÁ:    El Reino de Jesús viene de Dios y está basado en la vida, la verdad y la justicia, y se sostiene con el amor. Por eso se presentó como testigo de la verdad.

HIJA:       Los verdaderos discípulos y discípulas de Jesús, como las ovejas, reconocen la voz de su Pastor y lo siguen libremente. Por eso dijo que quien está de parte de la verdad escucha su voz.

HIJO:       Como discípulos y discípulas de Jesús, para participar de su Reino, tenemos que hacerle caso y vivir en el amor, la verdad, la justicia, el perdón, la hermandad.

 

ORACIÓN Y BENDICIÓN

PAPÁ:     Como respuesta al evangelio, elevemos a Dios nuestra oración ayudados con el Salmo 92. Después de cada párrafo, respondemos: Señor, tú eres nuestro rey.

MAMÁ:    Tú eres, Señor, el rey de todos los reyes. Estás revestido de poder y majestad.

HIJO:       Tú mantienes el orbe y no vacila. Eres eterno, y para siempre está firme tu trono.

HIJA:       Muy dignas de confianza son tus leyes y desde hoy y para siempre, Señor, la santidad adorna tu templo.

TODOS/AS: Padre nuestro

MAMÁ:    Terminamos nuestra celebración dominical de la Palabra, pidiendo a Dios que nos bendiga para trabajar, unidos a Jesús, en el anuncio y construcción de su Reino. Nos damos mutuamente la bendición, diciéndonos: Habla siempre con la verdad, camina en la verdad, defiende la verdad, para que vivas como testigo de Jesús, que es la Verdad, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

  • Canto final: Tu reino es vida.

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