Homilía para el Viernes Santo 2016

0

La máxima expresión de la misericordia de Dios

Misal Romano 021

Este Viernes Santo celebramos la muerte de Jesús en la Cruz, máxima expresión de la misericordia de Dios por la humanidad. Jesús actualizó en carne propia lo expresado por el cántico del siervo sufriente que escuchamos en la primera lectura. A manera de meditación y de actualización de su entrega pasando por las mismas pruebas que nosotros, como dice la Carta a los Hebreos, nos puede ayudar la oración de uno de los temas de Cuaresma de nuestra Diócesis:

La máxima expresión de la misericordia de Dios

Textos: Is 52, 13-53, 12; Hb 4, 14-16; 5, 7-9; Jn 18, 1-19, 42.

Misal Romano 021

Este Viernes Santo celebramos la muerte de Jesús en la Cruz, máxima expresión de la misericordia de Dios por la humanidad. Jesús actualizó en carne propia lo expresado por el cántico del siervo sufriente que escuchamos en la primera lectura. A manera de meditación y de actualización de su entrega pasando por las mismas pruebas que nosotros, como dice la Carta a los Hebreos, nos puede ayudar la oración de uno de los temas de Cuaresma de nuestra Diócesis:

¡Cristo está presente!

Su cuerpo desnudo y crucificado,

está en el vagabundo que duerme en la calle,

en el enfermo llagado,

en el migrante asaltado, sucio y hambriento.

En los ancianos olvidados,

en el trabajador desempleado y explotado,

en los niños y mujeres maltratados y violados,

en el campesino sin tierra y desplazado,

en las familias sin casa y sin alimento,

en los desaparecidos, golpeados y despedazados.

 

¡Quítanos, Señor, la indiferencia!

Danos, Señor, tu Santo Espíritu

para que nos anime a salir de nuestros egoísmos e hipocresías,

para ir a tocar tu cuerpo desnudo en cada hermano y hermana,

víctimas de la exclusión y la injusticia.

 

¡Ayúdanos a ser misericordiosos como el Padre!

Que sepamos acoger a los más pequeños,

que tengamos compasión y sanemos sus heridas,

que hagamos su dolor el nuestro

y levantemos juntos el grito por una vida más digna.

 

¡Es tiempo de cambiar!

Transformemos nuestra indiferencia en esperanza,

en solidaridad y organización,

en fraternidad y misericordia,

en justicia y paz,

en diálogo y perdón. Amén.

25 de marzo de 2016

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *