Guía para la celebración dominical en familia (6 de septiembre de 2020)

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Les ofrecemos esta guía para la celebración dominical en familia, para el próximo domingo 6 de septiembre.

Aprender a corregirnos mutuamente

Celebración dominical de la Palabra en familia – XXIII Domingo ordinario – 6 de septiembre de 2020

Parroquia de Santo Niño Milagroso, en Huescalapa, Jal.

 

  • Preparar un altar con el cirio encendido, la Biblia abierta en Mt 18, 15-20. A un lado colocar papeletas con las siguientes palabras: corrección fraterna, diálogo, escucha, comprensión, misericordia, tolerancia, paciencia; al otro: desquite, ofensa, agresión, chisme, difamación, intolerancia; al centro: comunidad de discípulos y discípulas de Jesús.

 

INICIO

CANTO: Ahí estoy yo (Se puede encontrar y descargar en YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=ncDfuOckIwA).

PAPÁ:     Como cada domingo, desde nuestra casa nos unimos a la Iglesia reunida en muchas comunidades para dar gracias a por Dios la Resurrección de Jesús. En esta celebración de la Palabra nos vamos a encontrar con Jesús, que nos pide vivir la corrección fraterna entre nosotros y en la comunidad. Dispongamos nuestro corazón para este encuentro dominical.

MAMÁ:    Iniciamos nuestra celebración En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Observemos el altar a la Palabra (silencio). ¿Qué nos hace pensar? ¿Hemos tenido problemas de relación entre nosotros? ¿Hay desavenencias en el barrio? ¿Qué hacemos ordinariamente en estas situaciones?

Pidamos perdón a Dios porque, sabiendo que debemos ayudarnos, perdonarnos, vernos como hermanos, cuando nos ofendemos nos cuesta trabajo hacerlo. Cada quien toma una papeleta, hace una oración de perdón y a cada una respondemos: Perdón, Señor, perdón; luego la enciende en el cirio.

 

PALABRA DE DIOS

PAPÁ:     Vamos a leer el texto del evangelio de este domingo. Sabiendo que en toda comunidad hay dificultades entre las personas, Jesús les enseñó a sus discípulos cómo salir adelante y mantenerse unidos como comunidad.

Nos preparamos para escuchar el evangelio diciendo juntos tres veces: Señor, que no seamos sordos a tu voz.

  • Uno de los hijos toma la Biblia del altar y lee Mt 18, 15-20 (Nota: Si es necesario, se lee otra vez el texto).

¿Qué nos llama la atención de lo que dice Jesús? ¿Qué es lo primero que hay que hacer si nuestro hermano peca? En caso de que no nos escuche, ¿qué más hay que hacer? Y si ignora a los testigos, ¿qué sigue? ¿Cómo hay que tratarlo si ignora a la comunidad? ¿Qué será atado y desatado en el cielo? ¿Cuál es la condición para que Dios conceda lo que se le pida? ¿Quién está en medio, cuando dos o tres se reúnen en nombre de Jesús?

MAMÁ:    San Mateo resalta la importancia de la comunidad cuando se buscan caminos de comunión y fraternidad. Todos los miembros de la comunidad son corresponsables ante el hermano o hermana que ha pecado, no para desquitarse, difamarlo, agredirlo, sino para ayudarle a reconocer su falta y a asumir un camino de conversión.

Lo que Jesús quiere es que no se rompa la comunión en la comunidad; por eso pide saber corregirse, ser tolerantes unos con otros y misericordiosos con quienes han pecado, buscarse el modo, pedir la ayuda de otros, orar juntos. Cuando se vive todo esto, Jesús está presente para conducir a los suyos.

Teniendo en cuenta la enseñanza de Jesús, ¿cómo vamos a actuar para que no se rompa la comunión cuando haya dificultades o desavenencias aquí entre nosotros o en el barrio?

 

ORACIÓN Y BENDICIÓN

PAPÁ:     Vamos a profesar nuestra fe en Dios, que nos enseña el camino de la corrección fraterna. Decimos juntos:

TODOS/AS: Creemos en ti, Padre bueno, que nos pides no guardar odio al hermano en el corazón, sino que lo reprendamos convenientemente (Lv 19, 17).

Creemos en ti, Hermano Jesús, que nos pides reprender al hermano si nos ofende y que lo perdonemos si se arrepiente (Lc 17, 3).

Creemos en ti, Espíritu de Amor, que, a quienes viven según quieres, les ayudas a corregir con humildad a quien comete una falta (Gal 6, 1).

Creemos en ti, Iglesia de Jesús, que esperas que no consideremos como enemigo a quien no vive en comunidad, sino que lo corrijamos como hermano (2 Tes 3, 14-15).

Reunidos este domingo en nombre de Jesús, te decimos: Padre nuestro

MAMÁ:    Terminemos nuestra celebración pidiendo a Dios que nos bendiga para que sepamos corregir a quien peca, se equivoca o nos hace daño; pero también, que aprendamos a dejarnos corregir por los demás cuando pequemos.

Hacemos la señal cruz sobre nosotros diciendo: El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. Amén.

  • Canto final: Ahí estoy yo.

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