Guía para la celebración dominical en familia (12 de septiembre de 2021)

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Les compartimos una guía para la celebración dominical de la Palabra en familia, para el próximo domingo 12 de septiembre.

Seguir al Mesías crucificado

Celebración dominical de la Palabra en familia – 24º Domingo ordinario – 12 de septiembre de 2021

Parroquia de Santo Niño Milagroso, en Huescalapa, Jal.


  • Tener un altar con la Biblia abierta en Mc 8, 27-35, el cirio encendido y flores. Un crucifijo y una imagen de Jesús con sus discípulos por el camino. Letreros: “¿Quién dicen que soy yo?, “Tú eres el Mesías”.

 

INICIO

CANTO:  Tú eres el Mesías (Se puede encontrar y descargar en YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=1Zg4j1fHKQg).

PAPÁ:     Hoy domingo nos reunimos nuevamente como familia, Iglesia en la casa, para dar gracias a Dios por la Resurrección de Jesús, su Hijo. En el Evangelio Jesús hace una pregunta a sus discípulos, pregunta que es también para nosotros: ¿Quién dicen que soy yo? Participemos con gusto en esta celebración dominical de la Palabra.

MAMÁ:    Iniciamos En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En el Bautismo, al ser recibidos como miembros de la Iglesia, fuimos marcados con el signo de la cruz. En ese momento se nos dijeron las siguientes palabras: “Fulano/a, la comunidad cristiana te recibe con gran alegría. En nombre de ella yo te marco con la señal de la cruz”. Para disponernos a la escucha del evangelio, reconociendo que nos cuesta trabajo renunciar a nuestros intereses personales, cargar la cruz como Jesús y seguirlo en su camino, le pedimos perdón a Dios (silencio).

TODOS/AS: Yo confieso…

 

PALABRA DE DIOS

PAPÁ:     Vamos a escuchar el texto del evangelio. Jesús pregunta a sus discípulos quién dice la gente que es Él; enseguida pide que le digan quién es para ellos. Escuchemos con atención la narración de san Marcos.

  • Uno de los hijos toma la Biblia del altar y lee Mc 8, 27-35 (Nota: si es necesario se lee otra vez).

Volvamos al texto del evangelio: ¿Qué preguntó Jesús a sus discípulos por el camino? ¿Quién era Jesús para la gente? ¿Qué decían sus discípulos de Él, según la respuesta de Pedro? ¿Qué les ordenó? ¿Qué comenzó a enseñarles con toda claridad a sus discípulos? ¿Qué hizo Pedro con Jesús al oír su enseñanza sobre la pasión, muerte y resurrección? ¿Por qué lo reprendió Jesús? ¿Qué tiene que hacer quien quiera ir detrás de Él (tres cosas)? ¿Qué pasará con quien quiera salvar su vida? ¿Y qué con quien la pierda por Jesús y por el Evangelio?

PAPÁ:     Después de ir anunciando y haciendo presente el Reino de Dios con sus palabras y sus acciones, Jesús hizo una evaluación de su misión, preguntando a sus discípulos sobre lo que se decía de Él. Para la gente era un profeta de renombre; para sus discípulos, testigos privilegiados de su ministerio, era el Mesías.

MAMÁ:    La vida y misión de los discípulos y discípulas se define a partir de la identidad del Maestro: según lo que sea Jesús para ellos, así serán; quien sea Jesús para nosotros, así seremos. Para Pedro y los demás era un Mesías poderoso que iba a liberar a los judíos de la opresión de los romanos. Para nosotros, ¿quién es Jesús? (comentar).

HIJO:       Jesús pidió a Pedro que lo siguiera sin ponerle condiciones y sin diseñar cómo quisiera que fuera Él como Mesías. Para que le quedara bien claro qué debía hacer, le pidió que se pusiera detrás de Él para seguirlo, porque era discípulo y no maestro. También tenía que ir hacia la cruz.

HIJA:       Jesús señaló las condiciones del seguimiento para todos: renunciar a sí mismo y cargar con la cruz. La renuncia a sí mismo es romper con aquello de lo que uno depende para adherirse al Mesías, integrarse a su nueva familia y hacerse pescador de personas para el Reino.

TODOS/AS: Cargar con la cruz es soportar la persecución y el desprecio que se sufre cuando se opta por Jesús.

 

ORACIÓN Y BENDICIÓN

PAPÁ:     Vamos a elevar a Dios nuestra oración, ayudándonos de una reflexión de san Pablo sobre el centro de su predicación: el Mesías crucificado. Respondemos: Creemos en ti, Señor.

MAMÁ:    Padre bueno, tú decidiste salvar a los creyentes por la proclamación de un mensaje que parece locura. Porque mientras los judíos piden señales y los griegos buscan sabiduría, nosotros proclamamos a un Mesías crucificado.

HIJOS/AS: Nosotros proclamamos a un Mesías crucificado, tropiezo para los judíos y locura para los no judíos y, sin embargo, para los que tú has llamado, sean judíos o griegos, un Mesías que es fuerza y sabiduría tuya.

TODOS/AS: Padre nuestro

MAMÁ:    Terminemos nuestra celebración, pidiendo a Dios su bendición para vivir el seguimiento a Jesús renunciando a nosotros y cargando nuestra cruz.

TODOS/AS: El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. Amén.

  • Canto final: Tú eres el Mesías.

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