Homilía para el 16° domingo ordinario 2017
Ser semilla buena en el mundo
Hace ocho días, en el evangelio escuchamos la parábola del sembrador. En ella, Jesús dice que la semilla es la Palabra de Dios y quienes la reciben son la tierra. Como tierra estamos llamados a producir frutos, dejando que la Palabra caiga, germine, crezca y dé fruto. En una de las tres parábolas de hoy, con las que Jesús presenta la dinámica del Reino, dice que la semilla somos las personas y la tierra es el mundo. Ahí somos sembrados con la esperanza de ayudar a que crezca la vida del Reino de Dios, al igual que Jesús. Preguntarnos si somos semilla buena o semilla de cizaña nos ayudará a prepararnos para recibir a Jesús en la Comunión.










