Año: 2014

Homilía para el 3er domingo ordinario 2014

Llamados a la misión

Textos: Is 8, 23-9, 3; 1 Cor 1, 10-13. 17; Mt 4, 12-23.

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El texto del Evangelio nos ofrece el inicio de la misión de Jesús. San Mateo dice que Jesús dejó su casa y su pueblo para irse a la misión. Se fue a Galilea, a tierra de paganos. Se fue a la periferia a llevar la Buena Nueva del Reino a los despreciados por el mundo judío. No esperó a que vinieran a donde Él estaba, sino que fue, caminó a su encuentro, los buscó, les hizo la invitación a entrar en el Reino de Dios. Esto quiere decir que la salvación es para todos los pueblos.

Homilía para el 2º domingo ordinario 2014

El Cordero de Dios que quita el pecado

Textos: Is 49, 3. 5-6; 1 Cor 1, 1-3; Jn 1, 29-34.

Ord2 A 14 001

Después de haberle preparado el camino a Jesús, disponiendo a la gente con la conversión y el bautismo, Juan lo presentó ante el pueblo. Fue lo que escuchamos en el texto del Evangelio de este domingo. Lo presentó como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Para nosotros no es familiar esta imagen del cordero, pero para los judíos sí. Para ellos hacía relación al cordero pascual y, por tanto, implicaba la sangre y la muerte, pero también la salvación.

Homilía para el domingo del Bautismo del Señor 2014

Bautizados para la misión

Textos: Is 42, 1-4. 6-7; Hch 10, 34-38; Mt 3, 13-17.

BautSr A 14 001

En el texto del Evangelio que acabamos de escuchar, san Mateo nos narra el Bautismo de Jesús. Es importante que tengamos en cuenta lo que sucedió en el Jordán, porque eso mismo pasa con cada una de las personas que reciben el Bautismo. Para nosotros este domingo, en que celebramos el Bautismo del Señor, se nos presenta una oportunidad para renovar nuestra condición bautismal, sobre todo teniendo en cuenta que fuimos bautizados para ir a la misión.

Homilía para el domingo de Epifanía 2014

Llenos de alegría

Textos: Is 60, 1-6; Ef 3, 2-3. 5-6; Mt 2, 1-12.

magos

En este domingo celebramos la manifestación de Dios a todos los pueblos de la tierra. En este acontecimiento, al que llamamos Epifanía del Señor, descubrimos que Dios no es propiedad exclusiva de ningún pueblo ni de ninguna religión; Dios le pertenece a toda la humanidad. En los magos de oriente están representados los pueblos de todos los tiempos. Dios se les manifestó en la pequeñez de un Niño débil, recostado en un pesebre, y esto los llenó de alegría.