Tuxpan, entre la fe y la tradición

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La Conquista del Nuevo Mundo trajo la evangelización y provocó una nueva expresión religiosa, surgida de la fusión de las creencias de los pueblos prehispánicos y la nueva semilla de esperanza traída por los españoles. Para el siglo XVI se volvió común que en los atrios de las iglesias se edificaran cruces talladas en piedra con los símbolos de la Pasión de Cristo. Los evangelizadores se percataron de la costumbre indígena de celebrar todas sus ceremonias al aire libre y fue entonces que trataron de implantar esta costumbre para que el cambio a la nueva religión fuera aceptado fácilmente. Por esta razón, las iglesias coloniales tienen un amplio atrio con la capacidad de congregar a la comunidad y en el centro una Cruz como símbolo de la evangelización.

La Cruz Atrial de Tuxpan

Tuxpan, una población que se encuentra al sur del estado, resguarda una Cruz Atrial, (también conocida como Cruz Gorda por su robusta figura), reconocida como uno de los patrimonios culturales de la nación. Dicha cruz data de 1536 y fue labrada en cantera negra, ostentando en su cuerpo y sus brazos los símbolos de la pasión de Cristo. Construida a petición de Fray Juan de Padilla, quien al haber sido nombrado Guardián del Convento de Tuxpan, pensó educar a sus feligreses tuxpanenses en la mayor cultura. Por su parte, el Virrey Don Antonio de Mendoza hizo un viaje a la lejana capital en la Ciudad de México y trajo, del convento de Tlatelolco, maestros para enseñar latín, castellano, retórica y sobre todo la doctrina cristiana; también se hizo de músicos y arquitectos del convento de Huejotzingo, Puebla, en donde Fray Juan de Alameda construía un templo considerado el primero de América. La Cruz del atrio de Huejotzingo le gustó tanto a Fray Juan de Padilla que solicitó una igual para Tuxpan.

Esta imagen contiene grabados que el paso del tiempo y los temblores han ido mermando. La cruz de base cuadrangular mira hacia los cuatro puntos cardinales, los grabados que se encuentran de la cintura para abajo han sido casi borrados y no se pueden distinguir; de la cintura para arriba se pueden observar elementos como lanzas, pequeñas cruces, clavos, la escalera, la esponja y los dados que evocan la pasión de Jesucristo. También muestra un cordón franciscano, símbolo que indica que Tuxpan fue evangelizado por frailes.

Proyección de la Cruz

El 14 de abril es un día de fiesta en el acontecer del pueblo de Tuxpan. Se da un fenómeno astronómico vinculado con el antiguo culto de origen prehispánico al sol en el Tonalpohualli, en donde se proyecta la sombra de la cruz atrial entrando al templo de San Juan Bautista. El profesor Antonio Vázquez Romero, presidente de la comunidad indígena nahua de Tuxpan, explica que desde épocas prehispánicas este atrio es un centro ceremonial donde los antiguos pobladores hacían rituales relacionados con el equinoccio de primavera. “El día 14 de abril por la tarde el sol se va metiendo y la Santa Cruz se proyecta y entra al templo de San Juan Bautista en el atrio de nuestra parroquia”, afirmó.

Esto se empieza a celebrar a raíz de unos estudios que realiza el Doctor Pedro Flores Márquez, en donde fue descubierto al observar el recorrido de la sombra sobre el atrio de la parroquia. “Haz de cuenta que es cuando baja la serpiente emplumada en la pirámide, pero nosotros lo vemos como algo más sagrado, algo de fe hacia nuestro pueblo de Tuxpan, algo que nos une”, explicó el profesor Antonio.

Es por esta razón que la comunidad indigna se organiza todos los años llevando música con la tradicional chirimía, danzas, copal y flores para recibir este gran acontecimiento. El profesor Antonio cuenta que primero se reúne el consejo de ancianos y se platica con las danzas y la comunidad indígena para llevar a ofrendar flores y copal a Dios para que siga habiendo un buen temporal, alimento y salud en todos los hogares de la comunidad. “Desde épocas prehispánicas, Tuxpan es un centro muy importante pero con la llegada de los españoles y Fray Juan de Padilla surge una reestructuración en el pueblo de Tuxpan, tanto en la vestimenta como en la veneración de imágenes, ya que antes de la conquista Tuxpan era un pueblo politeísta, en donde se adora a Tlaloc y otras deidades, y eso cambió a raíz de la evangelización, es un sincretismo que se vive desde esa época con la llegada de los frailes, que empezaron a sembrar la semilla de la esperanza con Jesús”.

Tuxpan, fuente inagotable de cultura y tradición, da una muestra genuina del acoplamiento de lo antiguo y lo moderno, que sigue manteniendo viva la memoria de su pueblo a través del tiempo y de su fe, fe que se representa en el latir de un corazón indígena amalgamado con la evangelización del Nuevo Mundo.

Publicación en Impreso

Número de Edición: 107
Autores: Pinceladas
Sección de Impreso: Claudia Barragán

2 pensamientos sobre “Tuxpan, entre la fe y la tradición

  1. puezz o0la do0ii grazx po0r permiitiirno0zz dar a co0nocer nuestrazz tradiicio0nezz de tuxpan es muii conociido00 po0r suss grandezz tradiicio0nezz q tenemo0zz yo0 co0mo tuxpanence me3 siiento0 orgullosa de fo0rmar parte3 de tuxpan

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