Semilla de la Palabra para el día 12 de marzo de 2017
Semilla de la Palabra para el día 12 de marzo de 2017,
para el 2º Domingo de Cuaresma.
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Información acerca de la Diócesis de Ciudad Guzmán.
Semilla de la Palabra para el día 12 de marzo de 2017,
para el 2º Domingo de Cuaresma.
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En los textos bíblicos de este domingo, el primero de la Cuaresma, nos encontramos con las tentaciones de la humanidad y con el modo de vencerlas. Nadie se ha librado de ser tentado por el Diablo, pero tampoco nadie ha quedado solo en la prueba, porque Dios ayuda. Adán y Eva vivieron esta experiencia; Jesús mismo, al terminar sus cuarenta días de retiro, oración y ayuno fue puesto a prueba por el tentador. Adán y Eva no son sólo dos personas sino toda la humanidad; en ellos vamos nosotros. En Jesús está asumida toda la humanidad, no solamente su humanidad individual. Con ellos entramos en comunión: con Adán y Eva por la inclinación al mal y por las consecuencias de haber caído en el pecado; con Jesús por el don de la gracia, por la cual recibimos la justificación. Este don lo renovaremos hoy con la Comunión sacramental para mantenernos en la lucha contra las tentaciones, como le pediremos en el Padre nuestro.
Con la alegría de celebrar el Mes del Seminario y con el lema: “Impulsados por el Espíritu abriendo nuevos caminos”, queremos reflexionar sobre la dimensión misionera de la llamada cristiana, a la que el Papa nos invita, en medio de la sociedad de nuestro tiempo, para implorar al Dios de la vida por nuestro querido Seminario, en donde se forman los futuros pastores, y por las nuevas vocaciones de hermanos y hermanas servidores y constructores del Reino en nuestros pueblos del sur de Jalisco.
Semilla de la Palabra para el día 5 de marzo de 2017,
Para el 1er. Domingo de Cuaresma.
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“La Cuaresma es un nuevo comienzo, un camino que nos lleva a un destino seguro: la Pascua de Resurrección, la victoria de Cristo sobre la muerte. Y en este tiempo recibimos siempre una fuerte llamada a la conversión: el cristiano está llamado a volver a Dios «de todo corazón» (Jl 2,12), a no contentarse con una vida mediocre, sino a crecer en la amistad con el Señor”. Así comienza el Mensaje del Papa Francisco para esta Cuaresma.
En continuidad con los domingos anteriores, hoy escuchamos otro pedacito del Sermón de la Montaña. Se trata de las enseñanzas de Jesús a sus discípulos, de la norma de vida para cada uno y para la comunidad; es la nueva ley para el nuevo pueblo de Dios. Hoy nos habla de la preocupación que Dios tiene para con todos sus hijos e hijas y de la respuesta que nos toca darle a ese cuidado para con nosotros.
Semilla de la Palabra para el día 26 de febrero de 2017,
Para el 8° Domingo Ordinario.
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Seguimos escuchando en el texto del evangelio las enseñanzas de Jesús a sus discípulos. En el Sermón de la Montaña nos plantea las normas para vivir como sus discípulos y discípulas y para garantizar la comunión en las comunidades. Hoy nos pide una de las cosas más difíciles de realizar en la vida: amar a los enemigos, devolver el bien a quienes nos hacen el mal, orar por los que nos levantan falsos. Revisar lo que hacemos cuando recibimos ofensas nos ayudará a preparar nuestro encuentro sacramental con Jesús.
Semilla de la Palabra para el día 19 de febrero de 2017,
Para el 7º Domingo Ordinario.
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Buen día. El Equipo Diocesano de Ministerios Laicales les ofrece la guía para la celebración...
Por: P. J. Lorenzo Guzmán En su reunión del 16 de diciembre, el Consejo Diocesano...
Continuamos este domingo con el Sermón de la Montaña dicho por Jesús a sus discípulos y a la multitud. Se trata de la nueva ley para el nuevo Pueblo de Dios, por lo que es para nosotros hoy. Comenzamos con las bienaventuranzas, seguimos con el compromiso de ser sal de la tierra y luz del mundo. Hoy Jesús plantea nuevas dimensiones de la ley. En el catecismo nos aprendimos los mandamientos de la antigua ley: amarás a Dios sobre todas las cosas, no jurarás el nombre de Dios en vano, santificarás las fiestas, honrarás a tu padre y madre, no matarás, no fornicarás, no hurtarás, no levantarás falso testimonio ni mentirás, no codiciarás las cosas ajenas, no desearás la mujer de tu prójimo. Decirlos de memoria es un peligro para nosotros, porque nos podemos escudar en que no matamos, no robamos, no nada, como se dice, y pensar que estamos bien.