Guía para la celebración dominical en familia (28 de noviembre de 2021)

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Les compartimos una guía para la celebración dominical de la Palabra en familia, para el domingo 28 de noviembre.

Celebración dominical en familia (1º de Adviento – Ciclo C)
Domingo, 28 de noviembre de 2021



-Jesús nos abraza con esperanza-

Video inicial: www.youtube.com/watch?v=GqOvxbFLwjY.

Todos: Saber que se puede, querer que se pueda. Quitarse los miedos, echarlos pa’ fuera.
Hijo(a): Pintarse la cara colora de esperanza, tentar el futuro con el corazón.
Todos: Saber que se puede, querer que se pueda. Quitarse los miedos, echarlos pa’ fuera.
Papá: El año pasado, (…) se añadió otra plaga que produjo ulteriormente más pobres: la pandemia.
Nieto(a): Voy a compartir lo que platican mis compañeros de la situación de pobreza que viven las familias de mis compañeros ahora que volvimos a la escuela. Lo que he compartido lo coloco en una esfera de color violeta o morada y en el árbol de la navidad.
Mamá: La pandemia sigue tocando a las puertas de millones de personas y, cuando no trae consigo el sufrimiento y la muerte, es de todas maneras portadora de pobreza. Yo como responsable de muchas cosas de casa les comparto lo difícil que ha sido la vida en estos tiempos de pandemia y coloco una esfera de color rojo y marcada con el año 2021.
Todos: Saber que se puede, querer que se pueda. Quitarse los miedos, echarlos pa’ fuera.
Papá: Los pobres han aumentado desproporcionadamente. Las personas más vulnerables cada día están privadas de los bienes de primera necesidad. Esto lo vamos a simboliza en una esfera de color naranja con una leyenda que diga: Hermanas(os) vulnerables.
Todos: El desempleo, golpea dramáticamente a padres de familia, mujeres y jóvenes.
Nieto(a): En necesario crear y crecer las nuevas generaciones con un corazón solidario para crear una familia, un barrio, una sociedad nueva.
Mamá: Hay muchas pobrezas de los “ricos” que podrían ser curadas por la riqueza de los “pobres”, ¡si sólo se encontraran y se conocieran!
Todos: Ninguno es tan pobre que no pueda dar algo de sí mismo en reciprocidad.
Hijo(a): Muchas personas a las que les falta algo, frecuentemente les falta mucho e incluso lo necesario, pero no les falta todo, porque conservan la dignidad de hijos de Dios que nada ni nadie les puede quitar. Colocamos en nuestro árbol esferas de color verde con nuestros nombres.
Papá: Pedimos perdón al Señor por dejar impresionar por los grandes nubarrones que obscurecen nuestra vida y vivimos sin esperanza. Perdón, Señor, perdón.


Canto de esperanza: www.youtube.com/watch?v=SghsXohCbQA


Jesús quien tomó en serio ese grito, abrazó el grito del corazón humano, de mi corazón, pudiendo desde entonces volver a estrenar esperanzas y brindar felicidades.


Evangelio: San Lucas 21,25-28.34-36.


Papá: El Evangelio de este domingo es una invitación a la vigilancia. Una serie de imperativos tratan de acercarnos al asombro de esta espera: “pónganse de pie, alcen la cabeza, tengan cuidado, estén despiertos, manténganse en pie”.
Mamá: El Adviento es el tiempo de preparación para recibir al Salvador. Aquí, como en todo el mundo, muchos hombres y mujeres tienen sed de salud, trabajo, respeto, justicia, de paz, y no ven en el horizonte señales de una nueva normalidad.
Hijo(a): Los creyentes en Jesús comenzamos el año un poco antes. En muy normal oír decir en este tiempo: “año nuevo, vida nueva”, algo muy humano.
Papá: A pesar de lo negro que pueda aparecer la vida nuestro corazón no se resigna al fatalismo de lo que acontece; nuestro corazón tiene derecho a decir ¡basta! a tantas cosas que nos destruyen.
Todos: Nuestro corazón es justo cuando a pesar de todos los pesares nos atrevemos a soñar en un mundo nuevo y en un modo de vivir como Iglesia.
Nieto(a): El adviento es siempre es recordar a Aquel que vino ya, es acoger su venida incesantemente presente, y por último es prepararnos al día de su vuelta prometida.
Hijo(a): Este es el tiempo que nos prepara a la celebración de la Navidad. Levantémonos, despertemos.
Mamá: Este tiempo des una oportunidad para luchar porque ni la mentira, ni el caos, ni la muerte, tienen la última palabra.
Nieto(a): Hoy vivimos la espera “despiertos, pidiendo fuerza”, para poder ofrecerla a los hermanos que tantas esperanzas necesitan.
Todos: Vivimos la esperanza en la Palabra diaria, en los acontecimientos de cada día, en la mirada de los humildes, en las alegrías de los pobres: sacramentos de Dios. Amén.

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