Guía para la celebración dominical en familia (28 de junio de 2020)

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Les compartimos esta guía para la celebración dominical en familia, para el próximo domingo 28 de junio.
Ojalá les ayude.

Dignos de ser discípulos de Jesús

Celebración dominical de la Palabra en familia – XIII Domingo ordinario – 28 de junio de 2020

Parroquia de Santo Niño Milagroso, en Huescalapa, Jal.

 

  • Preparar un altar con la Biblia abierta en Mt 10, 37-42, el cirio encendido y una imagen de Jesús cargando la cruz; una fotografía de la familia.

 

INICIO

CANTO:  Digno de mí (Se puede encontrar y descargar en YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=-b3_ZjoklPc).

PAPÁ:     Con esta celebración dominical, unidos a todas las familias como Iglesia en la casa, vamos a dar gracias a Dios por la resurrección de su Hijo y a renovar nuestro compromiso bautismal de seguir a Jesús cargando nuestra cruz.

MAMÁ:    Iniciamos En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En silencio contemplemos el altar y lo que hay en él. ¿Qué nos hace pensar? Cada quien va a platicar qué tanto quiere a los demás: los papás a sus hijos y los hijos a sus papás.

Le damos gracias a Dios por el amor que nos tenemos unos con otros en la familia. Después de cada una, respondemos: Te damos gracias, Señor.

(Cada quien hace una oración de acción de gracias, los papás por sus hijos y los hijos por sus papás).

 

PALABRA DE DIOS

PAPÁ:     Ahora vamos a leer el evangelio de este domingo, en el que Jesús plantea las exigencias para quien quiera ser su discípulo o discípula. Nos preparamos para escucharlo diciendo juntos esta frase del Salmo 118: Tus palabras son dulces a mi paladar, más que la miel para mi boca.

Toma la Biblia del altar y lee Mt 10, 37-42 (Nota: Si es necesario, se lee otra vez el texto).

¿Qué nos llamó la atención de este texto? ¿Quién no es digno de Jesús? ¿Qué le sucede al que vive la vida para sí? ¿Y qué a quien pierde la vida por la causa de Jesús? ¿A quién reciben las personas que reciben a los apóstoles? ¿Cuál es la recompensa para quienes reciben o dan un vaso de agua a un profeta, a un justo o a uno de los discípulos de Jesús?

MAMÁ:    Es tan importante ser discípulo o discípula de Jesús que, quien es llamado o llamada por el Bautismo a seguirlo, lo debe amar a Él más que lo que nos amamos entre papás e hijos. Si a Jesús no lo tenemos en el primer lugar en nuestra vida, si no lo preferimos por encima de la propia familia, no somos dignos de ser sus discípulos, aunque estemos bautizados. Eso es lo que nos quiere decir.

Y Jesús pide otra cosa más para que podamos tener la dignidad de discípulos y discípulas: cargar la propia cruz y seguirlo. Esto significa vivir como Él y siguiendo sus mandamientos; servir a los demás, especialmente a los pobres y sufrientes, cargando su cruz; ayudar sin esperar recompensas o agradecimientos, entregar la vida por los demás.

Preguntémonos: De acuerdo a nuestra manera de vivir y a nuestra relación con Jesús, ¿seremos dignos de llamarnos discípulos suyos? ¿Por qué? ¿Qué nos falta?

 

ORACIÓN Y BENDICIÓN

PAPÁ:     Agradeciendo a Dios el regalo de Jesús, su Hijo, que lo prefirió a Él y el mensaje del Reino por encima del amor a José y a María, y que esto le costó la cruz, vamos a decir la siguiente oración:

TODOS/AS: Al recordar la muerte y resurrección de tu Hijo, como hacemos cada domingo en la Iglesia, nos acordamos del sentido que tiene la lucha por la liberación total.

Te damos gracias por el mensaje de liberación que proclamó Jesús en la sinagoga de Nazaret y vivió a lo largo de su vida.

Te bendecimos porque Él nos llamó a ser sus discípulos y discípulas para seguirlo en su camino y estilo de vida.

Él defendió a los pobres frente a los ricos, a los débiles frente a los poderosos y a los pecadores frente a los hipócritas.

Su cruz fue el desenlace de esa confrontación y una muestra de la victoria sobre el pecado, el mal y las desigualdades.

Te pedimos que nos hagas dignos de ser sus discípulos y discípulas, amándolo más que a nuestra propia familia, cargando nuestra cruz y siguiéndolo en su camino al servicio del Reino.

Padre nuestro

MAMÁ:    Pedimos a Dios su bendición para vivir como verdaderos discípulos y discípulas de Jesús. Haciendo sobre nosotros el signo de la cruz, decimos: El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. Amén.

  • Canto final: Digno de mí.

Descargar archivo aquí: Celebración 28 de junio 2020 SEMILLA CARTA

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