Una fiesta que duró poco y costó mucho

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La competencia deportiva de ciclismo de montaña celebrada en Tapalpa en el marco de los Juegos Panamericanos puso en evidencia que los intereses políticos y económicos de los empresarios y autoridades están sobre los derechos sociales de un pueblo que una vez más se vio secuestrado.

La confirmación de que Tapalpa sería subsede de la XVI edición de los Juegos Panamericanos alimentó expectativas en los vecinos de este Pueblo Mágico. El gobierno municipal a través de sus diferentes medios informativos argumentó que ser subsede abría una ventana al mundo para dar a conocer la belleza de Tapalpa. Los prestadores de servicios veían una oportunidad para incrementar el turismo. Los pobladores se sentían orgullosos de ser huéspedes de deportistas extranjeros y encerraban la esperanza de que se continuara la remodelación de sus calles y espacios públicos.

En los primeros días de septiembre los coordinadores del Consejo Estatal para el fomento deportivo y el apoyo a la juventud (CODE Jalisco) y del Comité Organizador de los Juegos Panamericanos de Guadalajara (COPAG) anunciaron los hoteles aprobados para hospedar a las doce delegaciones participantes. Muchos se apuntaron, pero la mayoría quedaron descartados por no cumplir con los requisitos. El 27 de septiembre se celebró el “Día Mundial del Turismo” a partir de estas fechas el pueblo quedó blindado con un fuerte operativo de seguridad que custodió las entradas y salidas de la población.

Las obras de remodelación continuaron a marchas forzadas a pesar de las lluvias. El adoquinado de las calles, el arreglo de las fachadas de las casas, el drenaje y el cableado subterráneo quedaron terminados; la ruta para la competencia estaba lista. Pero la renovación de la carpeta asfáltica de la carretera quedó inconclusa. Tres últimos kilómetros antes de llegar a la población están hechos pedazos.

En la primera semana de octubre llegó la delegación chilena; las demás llegaron cuatro días antes de la competencia. En la víspera arribaron los responsables de instalar la infraestructura alrededor del jardín. El 15 de octubre a las nueve de la mañana inició la fiesta en el jardín municipal. Los afortunados de estar en primera fila fueron el personal de las delegaciones, además quienes pagaron 150 pesos para estar en las graderías y, por supuesto, los patrocinadores. A las tres de la tarde se terminaron las competencias y las delegaciones participantes se despidieron. Por la noche el pueblo disfrutó de un espectáculo de juegos pirotécnicos al ritmo de una batucada brasileña.

El haber sido elegido subsede de esta justa deportiva, la oportunidad de proyectarse a nivel internacional, la visita de las delegaciones participantes, el trabajo de los voluntarios, las obras de remodelación, el gusto de que Lorena Morfín consiguiera la primera medalla de plata para México en estos juegos, entre otras cosas, no dejan de ser logros que deben reconocerse.

Los hechos confirman que la fiesta duró poco y que los costos económicos y sociales fueron muchos. El presidente municipal Manuel Rubio Pérez ha solicitado un crédito de 9 millones de pesos para cubrir los gastos; no hay dinero para pagar la nómina de los servidores públicos.

Pero algo más grave es la imposición de intereses particulares sobre los comunitarios. El día de la competencia el pueblo fue secuestrado. El acceso al centro quedó restringido; los residentes y prestadores de servicio sólo podían entrar al área si traían un gafete personalizado. Las expectativas se convirtieron en promesas falsas que provocaron irritación e inconformidad.

Testimonios de pobladores

Por: Arturo Bernardino

Verónica Cruz Aguilar
Asistente de vendedor de artesanías.

“Viví los juegos panamericanos con menos trabajo del que esperaba. No asistí porque se manejó la exclusividad en el acceso. Me hubiera gustado que la competencia fuera en un lugar abierto, como en “Las piedrotas”, no en el pueblo. Nos queda el orgullo de haber sido elegidos como subsede de estos juegos. Aunque los beneficios fueron pocos”.

Karla Morales y Rubén Aldama

Vendedores de alimentos en el tradicional “Portal del taco”.

“Al principio nos emocionamos, pensamos que iba a haber una derrama económica importante. Pero a quienes elaboramos alimentos nos dijeron que no íbamos a abrir. Burger King y Domino’s tuvieron la exclusividad; no nos permitieron ofrecer nuestros platillos típicos. Nuestro municipio tuvo ciertas mejoras, pero el comercio subsiste porque faltan proyectos que generen nuevos empleos”.

Verónica Bobadilla Arias
Policía vial del municipio.


“Viví el evento deportivo trabajando. Hubo mucha seguridad. Nos tocó escoltar a las delegaciones y dar información turística. Me gustó encontrarme con mucha gente extranjera. Los comercios tuvieron poca venta; sólo los hoteleros estuvieron contentos. Por órdenes superiores tuvimos que cerrar calles estratégicas”.

Vecinos del barrio

“El Columpio”
“Vivimos los preparativos a los Juegos Panamericanos en un ambiente de emoción y confusión. De emoción porque nuestro pueblo se dio a conocer. De confusión porque hubo poca información local; fueron muy pocos quienes asistieron y disfrutaron del evento. Hubo varias mejoras materiales, pero algunos vecinos experimentaron la prepotencia de los policías y soldados”.

Publicación en Impreso

Número de Edición: 114
Autores: P. Luis Antonio Villalvazo
Sección de Impreso: Dichos y Hechos

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