Homilía para el 26° domingo ordinario 2012

1

Hacer y dejar hacer

Textos: Nm 11, 25-29; St 5, 1-6; Mc 9, 38-43. 45. 47-48.

Los apóstoles se convierten en motivo de escándalo para la gente sencilla. Una y otra vez caen en esta situación. No habían podido expulsar a un demonio de un muchacho, Pedro quiso apartar a Jesús de su camino hacia la cruz, los Doce habían discutido sobre quién de entre ellos era el más importante mientras Jesús les anunciaba su Pasión. Ahora, como narra el Evangelio, presumen de haber prohibido a una persona que expulsara demonios en nombre de Jesús.

Hacer y dejar hacer

Textos: Nm 11, 25-29; St 5, 1-6; Mc 9, 38-43. 45. 47-48.

Los apóstoles se convierten en motivo de escándalo para la gente sencilla. Una y otra vez caen en esta situación. No habían podido expulsar a un demonio de un muchacho, Pedro quiso apartar a Jesús de su camino hacia la cruz, los Doce habían discutido sobre quién de entre ellos era el más importante mientras Jesús les anunciaba su Pasión. Ahora, como narra el Evangelio, presumen de haber prohibido a una persona que expulsara demonios en nombre de Jesús.

Lo que no habían realizado ellos, no permitieron que lo realizara otra persona: liberar a una persona del demonio, actuar en nombre de Jesús, hacer el bien a otro. Y todavía le comentan a Jesús la razón, totalmente seguros de que lo que habían hecho estaba bien. Le dijeron que no era de los de ellos, que no pertenecía a su grupo, que no andaba con Jesús. Como que si por andar con Jesús día a día, como que si ser de los Doce, automáticamente hicieran todo bien.

Lo que Jesús les responde expresa que la misión no es propiedad exclusiva de los que andan con Él, o de los que son “de adentro”, como decimos. Para que nosotros no nos sintamos seguros por el hecho de ser sacerdotes o por dar un servicio como agentes de pastoral o por participar en la Misa todos los domingos. El trabajo en la construcción del Reino se puede realizar de parte de quien sea y dondequiera, aún sin ser directamente del grupo de Jesús.

La misión de Jesús está abierta a todas las personas de buena voluntad. Quien haga el bien, quien luche por la justicia, quien promueva la solidaridad, quien colabore a la conservación del medio ambiente, quien construya la paz, aunque no sea cristiano, está realizando la misma misión de Jesús; está construyendo el Reino de Dios. En el mundo nos encontramos con muchas personas que luchan por estos valores y, por lo mismo, están a favor de Jesús y el Reino.

Puede suceder que nos esté pasando lo mismo a que los apóstoles: que ni hagamos ni dejemos hacer. Ellos no lograron liberar al muchacho del demonio, no querían saber nada de la Pasión de Jesús, no les interesaba la cruz, no estaban sirviendo y, además, prohibían a otras personas que sí lo hicieran, que porque no eran de su grupo. Todo eso era anti-testimonio y se convertía automáticamente en motivo de escándalo para los que escuchaban a Jesús.

Cuando no colaboramos a construir la comunidad ni a trabajar por el bien común de la sociedad y no dejamos que otros lo realicen, estamos como los Doce. Cuando no somos hermanos con los demás, cuando no somos tolerantes con quienes no siendo de los nuestros por religión, partido político, agrupación… entonces, como dice Jesús, sería mejor que nos colgaran una piedra de molino al cuello y nos echaran al mar, o que nos mutilaran de la mano, del pie o del ojo.

A ese grado llega, según las palabras de Jesús, el ser motivo de escándalo para los sencillos. Los sencillos serían hoy los que estando bautizados se han ido alejando de la Iglesia, los que apenas creen en Dios, los que tienen otra religión, los que están excluidos de la vida de la Iglesia y la sociedad. Ellos esperan un buen testimonio de parte de quienes nos reunimos a la escucha de la Palabra y a la celebración de la Eucaristía, especialmente los domingos como hoy.

Que asumamos nuestra responsabilidad en la misión y a nadie le prohibamos que colabore en la construcción del reino de Dios. Hagamos el bien, seamos hermanos, vivamos la tolerancia, luchemos por la justicia, construyamos la paz; valoremos los esfuerzos que muchas personas realizan para que vivamos en un mundo hermanable. Que el encuentro sacramental con Jesús nos dé fuerza para mantenernos trabajando unidos a Él en la construcción del Reino de Dios.

30 de septiembre de 2012

1 pensamiento sobre “Homilía para el 26° domingo ordinario 2012

  1. HOLA PADRE TOÑO
    ESTOS SON LOS NOMBRES DE LOS AGENTES DE LA PARROQUIA DE SAN PEDRO QUE PARTICIPARÁN EN EL TALLER:
    1.- LEONARDO GUZMAN
    2.- BERENICE ESPARZA R.
    3.- OLGA DE LA MORA
    4.- MODESTA GUZMÁN
    5.- JUAN CHÁVEZ
    6.- AVELINO FLORES

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *