Guía para la celebración dominical en familia (3 de octubre de 2021)

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Les compartimos una guía para la celebración dominical de la Palabra, para el próximo domingo.

Iguales en dignidad y derechos

Celebración dominical de la Palabra en familia – 27º Domingo ordinario – 3 de octubre de 2021

Parroquia de Santo Niño Milagroso, en Huescalapa, Jal.


  • Tener un altar con la Biblia abierta en Mc 2, 10-16, el cirio encendido y flores. Una imagen de Jesús con los niños. Letreros: “Dios los hizo hombre y mujer”, “Serán los dos una sola carne”, “Dejen que los niños se acerquen a mí”, “El Reino de Dios es de los que son como ellos”. Imágenes de parejas y de niños, tanto alegres como sufriendo.

 

INICIO

CANTO:  Que canten los niños (Se puede encontrar y descargar en YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=gcYgqAVxiok).

PAPÁ:     Hoy domingo damos gracias a Dios como familia, Iglesia en la casa, por la Resurrección de Jesús, su Hijo. En el Evangelio, Jesús nos recuerda dos cosas: una, que hombres y mujeres tenemos la misma dignidad; otra, que los pequeños valen y tenemos que protegerlos. Participemos con alegría en esta celebración dominical de la Palabra.

MAMÁ:    Iniciamos En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

¿Qué vemos en el altar? ¿En qué nos hace pensar? ¿Aquí en el barrio hay personas que sufren por el machismo? ¿Hay niños que sufren? ¿Por qué?

Vamos a pedir perdón a Dios por los abusos en contra de las mujeres y los niños. A cada oración, respondemos: Perdón, Señor, perdón.

PAPÁ:     Señor, tú nos hiciste hombres y mujeres con igual valor, igual dignidad e iguales derechos, y los varones abusamos de ellas de muchas maneras.

MAMÁ:    Señor, tú quisiste que los esposos fuéramos una sola carne, que viviéramos la unidad, y continuamente hay pleitos en las parejas.

HIJO:       Señor, tú nos valoras y nos amas como niños y niñas, porque somos tuyos, y por dondequiera hay niños y niñas golpeados, abandonados, abusados.

HIJA:       Señor, tú hiciste sencillos y abiertos a la vida de tu Reino a niños y niñas, y al crecer y hacerse jóvenes y adultos, a las personas se les olvida esto.

TODOS/AS: Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. Amén.

 

PALABRA DE DIOS

PAPÁ:     Para disponernos a escuchar el texto del evangelio, vamos a decir juntos: Si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece en nosotros.

  • Uno de los hijos toma la Biblia del altar y lee Mc 10, 2-16 (Nota: si es necesario se lee otra vez).

Volvamos al texto del evangelio: ¿Cuál fue la pregunta con que pusieron a prueba a Jesús? ¿Qué les permitía Moisés? ¿Por qué permitía aquello? ¿A quién creó Dios? ¿Qué deben ser los dos? ¿Qué sucede si alguien se divorcia y se casa con otra persona? ¿Qué hicieron los discípulos con los niños que le llevaron a Jesús? ¿Le gustó eso a Jesús? ¿De quién es el Reino de Dios? ¿Qué se ocupa para entrar en el Reino de Dios? ¿Qué hizo con los niños que le llevaron?

PAPÁ:     El matrimonio es una alianza en comunión fiel y creciente por la que un varón y una mujer participan del amor creador y liberador de Dios. Por lo mismo, es fuente de vida y no de servilismo, de comunión y no de sumisión.

MAMÁ:    Dios quiere que varón y mujer, creados a su imagen y semejanza, se amen y complementen, respetando su dignidad común; quiere que se amen de tal manera que formen un solo ser.

HIJO/A:   Los niños eran considerados los últimos en aquella sociedad por no tener derechos religiosos ni sociales. Al abrazarlos, Jesús manifiesta que Dios los acepta y los quiere, los prefiere por su condición de marginados.

TODOS/AS: Dios no quiere desigualdades, ni sufrimientos por desprecios, maltratos, abusos; por eso nos creó iguales en dignidad y derechos.

 

ORACIÓN Y BENDICIÓN

PAPÁ:     Con nuestra oración, respondemos al Evangelio que hemos reflexionado.

TODOS/AS: Bendito seas, Señor, porque hiciste a los seres humanos a imagen tuya y los creaste varón y mujer para que, unidos en la carne y en el espíritu, fueran colaboradores de tu creación.

Bendito seas, Señor, porque te preocupas siempre de nosotros y de todas las personas y no quieres estar lejos de ellas. Tú nos has enviado a Jesús, tu Hijo muy querido. Él vino para salvarnos, curó a los enfermos, perdonó a los pecadores. A todos les dijo que tú nos amas. Se hizo amigo de los niños y los bendecía. Por eso, Padre, te estamos agradecidos y te aclamamos. Padre nuestro

MAMÁ:    Terminemos nuestra celebración, pidiendo a Dios que nos bendiga, para que sepamos valorarnos y respetar a todas las personas, hombres y mujeres, jóvenes, adultos, ancianos y niños, y para que aprendamos a defender y proteger a las más frágiles.

TODOS/AS: El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. Amén.

  • Canto final: Que canten los niños.

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