Guía para la celebración dominical en familia (2 de agosto de 2020)

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Les compartimos una guía para la celebración dominical en familia, para el domingo 2 de agosto.
Ojalá les sirva en su vida familiar y comunitaria.

Compartir nuestros panes

Celebración dominical de la Palabra en familia – XVIII Domingo ordinario – 2 de agosto de 2020

Parroquia de Santo Niño Milagroso, en Huescalapa, Jal.

 

  • Preparar un altar con la Biblia abierta en Mt 14, 13-21, una imagen de la multiplicación de los panes, canasta con pan y el cirio encendido. Colocar imágenes de personas con hambre.

 

INICIO

CANTO:  Denles ustedes de comer (Se puede encontrar y descargar en YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=ZCnDm7GVZsQ&pbjreload=101).

 

PAPÁ:     Con nuestra celebración familiar, unidos a la Iglesia que se reúne hoy domingo por todo el mundo invadido por el Covid-19, damos gracias a Dios por la Resurrección de su Hijo. Jesús nos enseña hoy lo que tenemos que hacer como discípulos suyos ante la necesidad. Vivamos con alegría esta celebración.

MAMÁ:    Iniciamos nuestra celebración En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Observemos el altar: ¿En qué nos hace pensar? ¿Hay personas o familias en nuestro barrio que no tienen para el pan del día? ¿En qué situación viven? ¿Qué hemos hecho ante su situación?

Vamos a pedir perdón a Dios porque viendo el hambre de nuestros hermanos y hermanas, somos indiferentes, los juzgamos, no compartimos nuestro pan. Vamos a ir respondiendo: Perdón, Señor, porque hemos sido egoístas.

PAPÁ:     Nos decimos cristianos y pasamos de largo ante el hambre de los demás.

MAMÁ:    Vamos a Misa y no vemos por las personas y familias en necesidad.

HIJO:       Tenemos para comer y nos olvidamos de los que no tienen el pan del día.

HIJA:       Somos egoístas y decimos que cada quien se rasque con sus uñas.

JUNTOS: El Señor todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. Amén.

 

PALABRA DE DIOS

PAPÁ:     Vamos a leer y luego a comentar el texto de evangelio de este domingo. San Mateo nos ofrece el relato de la primera multiplicación de los panes y los pescados.

  • Uno de los hijos toma la Biblia del altar y lee Mt 14, 13-21 (Nota: Si es necesario, se lee otra vez el texto).

Platiquemos: ¿Qué nos llama la atención de esta narración? ¿Cuál fue la reacción de Jesús al ver la multitud (dos cosas)? Al ver el hambre de la gente, ¿qué le pidieron los discípulos a Jesús que hiciera? ¿Qué les respondió Él? ¿Cuántos panes y cuántos pescados tenían? ¿Qué hizo Jesús con los cinco panes y los dos pescados (cinco acciones)? ¿Cuántas personas comieron?

MAMÁ:    Jesús se compadeció al ver a la gente con necesidad. Compadecerse es que se le remuevan a uno las entrañas, que se le rompa el corazón, que le duela el estómago; es sufrir con la persona, la familia, la comunidad que está sufriendo, es hacer propios su dolor y su necesidad. Esta compasión lleva a la solidaridad, como hizo Jesús ante el hambre de la gente que lo seguía.

Como hacemos generalmente nosotros, los discípulos se querían desentender de toda aquella gente con su necesidad y que cada quien se rascara con sus uñas para conseguir qué comer. Jesús les dijo que ellos eran responsables de darles de comer y les indicó que el modo de hacerlo es poner en común lo poquito que se tiene. Así ajustó para todos y sobró; hasta llenaron doce canastos con lo que quedó.

Reflexionemos: Jesús nos enseña a compadecernos ante el sufrimiento de los pobres y nos pide que, al ver el hambre de nuestros hermanos y hermanas, les demos de comer. Vamos a decir tres veces esta indicación de Jesús: Denles ustedes de comer.

¿Qué vamos a hacer aquí en nuestra familia cuando veamos que nuestros vecinos, o los migrantes y otras personas no tienen el pan del día?

 

ORACIÓN Y BENDICIÓN

PAPÁ:     Con la oración que Jesús nos enseñó, pidamos a Dios que no nos falte el pan de cada día y que ese pan lo sepamos compartir con nuestros hermanos y hermanas: Padre nuestro

MAMÁ:    Terminamos nuestra celebración pidiendo a Dios su bendición para que pongamos en práctica lo que nos enseña Jesús. Haciendo a cruz sobre nosotros, decimos: El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. Amén.

  • Canto final: Denles ustedes de comer.

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