Guía para la celebración dominical en familia (18 de abril de 2021)

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Les compartimos una guía para la celebración dominical en familia, para el próximo domingo 18 de abril.

Ser testigos de la Resurrección

Celebración dominical de la Palabra en familia – 3er Domingo de Pascua – 18 de abril de 2021

Parroquia de Santo Niño Milagroso, en Huescalapa, Jal.


  • Tener un altar con la Biblia abierta en Lc 24,35-48, el cirio encendido y una imagen de Jesús resucitado mostrando las llagas a sus discípulos. Letreros: “La paz esté con ustedes”, “No teman, soy yo”, “Miren mis manos y mis pies”, “Tóquenme y convénzanse”, “¿Tienen aquí algo de comer?”, “Ustedes son testigos de esto”.

 

INICIO

CANTO:  Resucitó (Se puede encontrar y descargar en YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=ODfTraRqHos).

PAPÁ:     Este domingo, unidos a la Iglesia nos encontraremos con Jesús, para celebrar su Resurrección. En el evangelio de san Lucas escucharemos el testimonio de su encuentro con sus discípulos en la noche del mismo día en que resucitó. Participemos con alegría.

MAMÁ:    Iniciamos En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Para disponernos a la escucha del evangelio, pedimos a Dios su perdón.

PAPÁ:     Tú, el Primogénito de entre los muertos: Señor, ten piedad.

MAMÁ:    Tú, el vencedor del pecado y de la muerte: Cristo, ten piedad.

HIJOS:    Tú, la resurrección y la vida: Señor, ten piedad.

TODOS:  Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. Amén.

 

PALABRA DE DIOS

PAPÁ:     Antes de escuchar y reflexionar el texto del evangelio, platiquemos:

¿Qué vemos en el altar? ¿Qué nos hacen pensar esas frases?

En el centro del evangelio de este domingo de Pascua está la experiencia del Resucitado hecha por sus discípulos, todos juntos. Nos preparamos para escucharlo, diciendo: Señor Jesús, haz que comprendamos las Escrituras. Enciende nuestro corazón mientras nos hablas.

  • Uno de los hijos toma la Biblia del altar y lee Lc 24,35-48 (Nota: si es necesario se lee otra vez).

Repasemos el texto del evangelio: ¿De qué habla? ¿Cuál fue el saludo de Jesús? ¿Cuál fue la reacción de los discípulos? ¿Qué pensaron que era? ¿Qué les preguntó Jesús? ¿Qué les mostró? ¿Quién les dijo que era? ¿Qué les pidió? ¿Ellos creyeron? ¿Qué les pidió? ¿Qué hizo con el pescado que le ofrecieron? ¿Qué estaba escrito de Él? ¿De qué eran testigos ellos?

MAMÁ:    Jesús se manifiesta a los discípulos, dirigiéndoles este saludo: “La paz esté con ustedes”. Es el saludo del Cristo Resucitado, que nos da la paz. Se trata tanto de la paz interior, como de la paz que se establece en las relaciones entre las personas.

PAPÁ:     Jesús se da cuenta de que los discípulos están desconcertados al verlo porque la realidad de la Resurrección es inconcebible para ellos. Creen que están viendo un espíritu, pero Jesús resucitado no es un espíritu, es un hombre con cuerpo y alma. Por eso, para convencerlos, les pide que vean sus manos y sus pies, que lo toquen y vean que un espíritu no tiene carne ni huesos, como Él.

HIJO:       Y Jesús, para convencerlos, les dice que si tienen ahí algo de comer. Le ofrecen un pez asado; Jesús lo toma y lo come frente a ellos.

HIJA:       La insistencia de Jesús en la realidad de su Resurrección ilumina la perspectiva cristiana sobre el cuerpo: el cuerpo no es un obstáculo o una prisión del alma, está creado por Dios y es un regalo maravilloso de Dios,

TODOS/AS: Estamos llamados a tener un gran respeto y cuidado de nuestro cuerpo y el de los demás. Cada ofensa o herida o violencia al cuerpo de nuestro prójimo, es un ultraje a Dios creador.

Comentemos: ¿Cómo descubrimos a Jesús resucitado en nuestra vida? ¿A qué nos anima este relato de encuentro entre Jesús y sus discípulos? ¿Qué vamos a hacer para ser testigos del Resucitado en nuestro barrio?

 

ORACIÓN Y BENDICIÓN

TODOS/AS: Padre bueno, en ti creemos y te bendecimos porque tu Hijo murió y resucitó. Con su muerte destruyó nuestra muerte y por su Resurrección tenemos parte en la vida. Su triunfo sobre la muerte ha llenado de victoria el mundo; y todos los que tenemos fe participamos de su paz y alegría. Creemos en Él y en su Espíritu que nos impulsa a ser testigos. Gracias, Señor. Padre nuestro

MAMÁ:    Pidamos a Dios su bendición, para que nos ayude a convencernos de la Resurrección de Jesús y a ser verdaderos testigos del Señor resucitado en la comunidad y la sociedad.

TODOS/AS: El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. Amén.

  • Canto final: Resucitó.

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