Homilía para el 14º domingo ordinario 2013
Alegría por la misión Textos: Is 66, 10-14; Gal 6, 14-18; Lc 10, 1-12. 17-20....
Es una especie de portada. Contiene referencias y ligas del contenido de las demás secciones. Sólo informaciones pequeñas estarán completas, el resto serán llamados. También es un tablero de avisos.
Alegría por la misión Textos: Is 66, 10-14; Gal 6, 14-18; Lc 10, 1-12. 17-20....
Textos: Zac 12, 10-11; 13, 1; Gal 3, 26-29; Lc 9, 18-24.
Este domingo nos encontramos en el Evangelio con una pregunta que Jesús hizo a sus discípulos: “¿Quién dice la gente que soy yo?” (Lc 9, 18). Esa misma pregunta se la planteó a ellos: “Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?” (v. 20). La pregunta es para nosotros hoy: ¿Qué decimos de Jesús? ¿Quién es Él para nosotros? ¿Quién es Jesús para mí? Las respuestas dadas se prolongan en la experiencia de seguirlo en su camino hacia la cruz. Debemos pues seguir al Crucificado.
Textos: 2 Sam 12, 7-10. 13; Gal 2, 16. 19-21; Lc 7, 36-8, 3.
Hoy, por ser el Día del Señor, nos hemos reunido para celebrar la Eucaristía. Dios nos alimenta primero con su Palabra, que nos llama al amor, a la misericordia y al perdón. Al reflexionarla nos preparamos para recibir el otro alimento de Dios: su Hijo Jesús que se hace Pan y Vino para nosotros. Jesús se sentó a la mesa en casa de un fariseo, llamado Simón, como escuchamos en el Evangelio. Ahí con una mujer –pecadora pública– vivió el amor, la misericordia y el perdón.
Textos: 1 Re 17, 17-24; Gal 1, 11-19; Lc 7, 11-17.
Estamos reunidos nuevamente en domingo como Iglesia para celebrar la Eucaristía. El Señor Jesús, el vencedor de la muerte, nos ha convocado para alimentarnos con su Palabra y con su Cuerpo y Sangre. Su presencia entre nosotros nos alegra, su Palabra nos orienta en relación a lo que tenemos que hacer como discípulos suyos, su Cuerpo y Sangre nos fortalecen para ir a confortar, tender la mano, servir, dar vida. Jesús nos enseña a ser compasivos con quienes sufren.
Lo invitamos a leer la versión digital de la edición 128 de El Puente. Consulta...
Textos: 1 Re 8, 41-43; Gal 1, 1-2. 6-10; Lc 7, 1-10.
En el texto del Evangelio nos encontramos con una expresión que decimos cada vez que celebramos la Eucaristía. Momentos antes de la Comunión, cuando el sacerdote presenta la Hostia consagrada, dice: “Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo…”. La Asamblea responde: “Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme”. No soy digno, decimos. En el Evangelio, esta expresión fue dicha por un pagano.
Dialogar como Dios Textos: Prov 8, 22-31; Rm 5, 1-5; Jn 16, 12-15. En...
Bautizados con el Espíritu Santo Textos: Hch 1, 1-11; Hb 9, 24-28; 10, 19-23; Lc...
Aquí puede usted descargar la versión PDF de la edición 127 de El Puente. Es...
Abogado que ayuda Textos: Hch 15, 1-2. 22-29; Ap 21, 10-14. 22-23; Jn 14, 23-29....
Textos: Hch 14, 21-27; Ap 21, 1-5; Jn 13, 31-33. 34-35.
Nos hemos convocado para celebrar la Eucaristía en este quinto domingo de Pascua. Con la escucha y reflexión de la Palabra nos preparamos para participar del banquete del amor, que es la Comunión sacramental. Es banquete de amor, primero, porque Dios nos da a su Hijo, que se hace Pan para alimentarnos; y luego porque comerlo nos compromete a vivir en el amor, que es lo que Jesús pide que vivamos sus discípulas y discípulos. Es el mandamiento nuevo.
Textos; Hch 13, 14. 43-52; Ap 7, 9. 14-17; Jn 10, 27-30.
Nos hemos reunido para la Eucaristía en este domingo 4º de Pascua. Hoy celebramos a Jesús resucitado como el Buen Pastor. Por eso se nos ha presentado esta dimensión de su ministerio en los textos bíblicos que acabamos de escuchar. Con ese motivo también en la Iglesia se vive la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, por lo que oramos a Dios para que en nuestra Diócesis y Seminario se formen pastores con olor a oveja, a ejemplo de Jesús.