José Lorenzo Guzmán Jiménez

Homilía de Navidad 2010

“La Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros” (Jn 1, 14). Con estas palabras, san Juan resume el acontecimiento que celebramos este día: el nacimiento del Hijo de Dios entre nosotros. Dios decidió hacerse uno como nosotros con tal de salvarnos. Esta decisión, que contemplamos y agradecemos desde la fe, Dios la tomó por amor. No hay otra razón. A la luz de este misterio de la Encarnación podemos iluminar nuestra capacidad de hacernos uno con los demás.

Homilía del 4º domingo de Adviento 2010

“Ella ha concebido por obra del Espíritu Santo” (Mt 1, 20). Estas palabras que escuchó del ángel en relación al embarazo de María, hacen que José acepte su misión. Sobre este acontecimiento, san Mateo hace la siguiente reflexión: “Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que había dicho el Señor por boca del profeta Isaías: ‘He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien pondrán el nombre de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros’” (vv. 22-23).

Homilía del 3er domingo de Adviento 2010 (Virgen de Guadalupe)

Se encaminó presurosa a un pueblo (Lc 1, 39). Así dice san Lucas de la Virgen María cuando narra la visita que le hizo a su prima Isabel, que vivía en las montañas de Judea. Esto sucedió en aquellos días (Id.). Pero eso mismo pasó en los días de la conquista de México por parte de los españoles: también se encaminó presurosa a un pueblo (Id.), el pueblo azteca que vivía en Tenochtitlán y sus alrededores. Esta doble visita le agradecemos a Dios con la Eucaristía de hoy.

Homilía del 2º domingo de Adviento 2010

“Conviértanse, porque ya está cerca el Reino de los cielos” (Mt 3, 1). Así comienza Juan el Bautista su predicación, orientada a disponer a su pueblo para recibir al Mesías. Esas palabras se proclaman para nosotros en este segundo domingo de Adviento, puesto que nos preparamos para la celebración de la Navidad y nos disponemos a recibir sacramentalmente al Señor Jesús que viene hoy a nuestro encuentro para alimentarnos. Se nos invita a la conversión.

Homilía del 1er domingo de Adviento 2010

“Estén preparados” (Mt 24, 42). Son las palabras de Jesús que resuenan en este primer domingo de Adviento. La participación en la celebración dominical nos ayuda a mantenernos en actitud de preparación para recibir al Señor que se acerca. Viene la Navidad y hay que estar preparados, no al estilo que ofrece el mercado sino al estilo que nos propone Jesús: despiertos, en vela, cumpliendo nuestra misión. Y también hay que estar preparados para su segunda venida.

Homilía del domingo de Jesucristo, Rey del Universo

Jesús se encuentra en su trono: la cruz. Está reinando, pero no como los reyes de este mundo, rodeados de poder, honores, lujos y sirvientes. Jesús se encuentra crucificado, despojado de todo, recibiendo las burlas de todos, abandonado por los suyos. Pero tiene la confianza puesta en Dios y recibe palabras de ánimo de uno de sus compañeros de suplicio, que confiesa que su vida la ha puesto al servicio de los demás: “éste ningún mal ha hecho” (Lc 23, 42).

Homilía del 33er domingo ordinario 2010

Jesús anima a sus discípulos a que no se desanimen ante el hecho de la destrucción del templo y mucho menos ante las experiencias de persecución. Los invita más bien a ser perseverantes en su experiencia de seguimiento. Lo escuchamos en las palabras con que termina el texto del Evangelio que se ha proclamado: “Si se mantienen firmes, conseguirán la vida” (Lc 21, 19). El discípulo de Jesús tiene que ser perseverante y esto vale también para nosotros.

Homilía del 32º domingo ordinario 2010

Con la Eucaristía dominical celebramos la Resurrección de Cristo. Es el acontecimiento para el que el Resucitado nos convoca y lo hacemos con alegría porque la vida triunfa sobre la muerte, no sólo en el caso de Jesús sino siempre. El mismo Jesús lo explica al responder a aquellos saduceos que le preguntaban sobre la resurrección de los muertos: “Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, pues para él todos viven” (Lc 20, 38). Para Dios todos y todas viven.

Homilía del 31er domingo ordinario 2010

La salvación es un regalo de Dios que exige que las personas lo aceptemos. Lo acabamos de escuchar en el texto del Evangelio. Ante la reacción de Zaqueo, que muestra su conversión con signos concretos, Jesús expresa con alegría: “Hoy ha llegado la salvación a esta casa” (Lc 19, 9). La salvación llega con Jesús, Zaqueo se abre a ella y la acepta; de esta manera se une al proyecto salvador de Dios. Zaqueo decide convertirse al Reino propuesto por el Señor.

Homilía del Domingo Mundial de las Misiones 2010

En este día dedicado al Señor estamos celebrando el Domingo Mundial de las Misiones. Esta jornada está orientada a renovar, personalmente y como Iglesia, la condición misionera que llevamos desde el Bautismo. Por eso escuchamos las palabras que Jesús dijo a los once: “Vayan […] y enseñen a todas las naciones” (Mt 28, 19). Son palabras que deben tener eco en nuestros corazones, porque están dichas no sólo para ellos sino para todos sus discípulos.

Homilía del 29º domingo ordinario 2010

La llegada del Reino de Dios exige de parte de los miembros de la Iglesia la oración, la confianza, la esperanza. Eso lo sabía Jesús y por eso dedicaba muchos ratos a orar confiadamente a su Padre. El texto del Evangelio que se acaba de proclamar nos comunica el deseo de Jesús de que sus discípulos nos mantengamos en la actitud de “orar siempre y sin desfallecer” (Lc 18, 1). Y para que comprendamos mejor, nos narra la parábola de la viuda y el juez.