Mes: junio 2018

Homilía para el domingo 24 de junio de 2018

Discernir el proyecto de Dios

Juan Bautista B 18

Estamos celebrando el nacimiento de Juan Bautista, “el más grande de los profetas nacido de mujer”, como lo describió Jesús. En el evangelio escuchamos la narración de lo sucedido en su familia los primeros días de su llegada al mundo. Fue un acontecimiento lleno de signos de la misericordia de Dios: Zacarías e Isabel eran ancianos, ella había sido estéril toda su vida, él era un sacerdote de pueblo, los pobres se alegraron porque Dios fue misericordioso con ellos, Dios escogió el nombre que llevaría el niño. Con la Eucaristía agradecemos a Dios el servicio de Juan, que consistió en prepararle a Jesús el camino, disponer al pueblo para recibirlo y presentarlo ante sus discípulos, como escuchamos en el testimonio que dio Pablo ante los judíos.

Homilía para el 11º domingo ordinario 2018

Sembrar y acoger la semilla del Reino

Ordinario11 B 18

Jesús anunciaba y hacía presente el Reino de Dios con sus palabras y sus hechos. En el texto del evangelio nos presenta la dinámica del Reino con dos parábolas: una, la de la semilla que es sembrada en la tierra; la otra, la de la semilla de mostaza. El Reino no es un lugar sino un estilo de vida, que consiste en el amor, la justicia, la solidaridad, el perdón, la armonía, la paz. Cuando se vive así, una persona, una familia o una comunidad, está ya en el Reino. Hoy nos encontraremos sacramentalmente con este Jesús, para unirnos a Él en la construcción del Reino de Dios.

Homilía para el 10º domingo ordinario 2018

Se necesitan "locos y endemoniados"

Ordinario10 B 18

Jesús andaba realizando su misión de anunciar y hacer presente el Reino de Dios en el mundo. Lo hacía diariamente con sus palabras y con sus hechos. Por andar en la misión y por el modo de realizarla fue tratado de loco y endemoniado, como acabamos de escuchar en el evangelio. Sus parientes fueron a buscarlo para agarrarlo y llevárselo a su casa, pues decían que estaba fuera de sí; los escribas lo acusaban de estar poseído por Satanás, por lo que según ellos expulsaba a los demonios. Con este Jesús nos vamos a encontrar en la Eucaristía, para llenarnos de su fuerza y seguir trabajando en el anuncio y realización del Reino de Dios en nuestra comunidad parroquial.

Homilía del 9º domingo ordinario 2018

Santificar todos los días

Ordinario9 B 18

El sábado era, y sigue siendo, para los judíos el día sagrado. Ellos tenían que santificarlo, dedicarlo totalmente a Dios. Ese día no se tenía que trabajar, como acabamos de escuchar en el texto del Deuteronomio. Si desde el principio se descansaba el sábado y se daba gracias a gracias a Dios, porque el séptimo día descansó después de haber creado el universo en seis días, con la liberación de la esclavitud a que los israelitas estaban siendo sometidos en Egipto, el sábado había que santificarlo; y el modo de hacerlo, además de la reunión en la sinagoga para orar, cantar himnos, leer y meditar las Escrituras, era no realizando ningún trabajo.