Mes: noviembre 2016

Homilía para el 1er domingo de Adviento 2016

Advertencia e invitación

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Este domingo iniciamos el tiempo de preparación para la celebración de la Navidad. Estamos ya en el Adviento. Serán cuatro semanas destinadas a entrar en nuestra persona, nuestras familias, nuestra comunidad y sociedad, para revisarnos y llegar bien dispuestos a la celebración del Nacimiento del Hijo de Dios. Estos domingos nos encontraremos con el testimonio de los profetas Isaías y Juan Bautista, de san José y la Virgen María, que nos ayudarán en nuestra preparación.

Homilía para el domingo de Jesucristo, Rey del Universo 2016

Misericordia hasta el extremo

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Hoy, domingo de Cristo Rey del Universo, se cierra la última Puerta Santa de la Misericordia en Roma. Con nuestra Eucaristía agradecemos a Dios la oportunidad de profundizar, a lo largo de doce meses, en la misericordia y las obras que la manifiestan. El texto del Evangelio nos ofrece uno de los momentos más grandes en la misión de Jesús, poco antes de morir, en el que manifestó la misericordia de Dios, al perdonar al buen ladrón –San Dimas, según la tradición–.

Homilía para el 33er domingo ordinario 2016

Dar testimonio con la misericordia

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Estamos viviendo este domingo el cierre de la Puerta Santa de la misericordia en nuestra Diócesis. El próximo domingo será la clausura del Año Jubilar. Han sido doce meses de estar reflexionando sobre la misericordia, de estar repensando esta dimensión de nuestra vida cristiana, de aclarar cómo debemos vivir, personal y comunitariamente, para ser misericordiosos como Jesús y su Padre. Con la Eucaristía de hoy, renovamos nuestro compromiso de ser misericordiosos.

Homilía para el 32º domingo ordinario 2016

La misericordia expresa la fe en el Dios de la vida

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Cada domingo nos convocamos como comunidad para la celebración de la Eucaristía. Con ella damos gracias a Dios por la Resurrección de su Hijo Jesús. Él resucitó el primer día de la semana, como nos narran los evangelistas. Y ese mismo día, poco a poco se fue encontrando con sus discípulos, desde el amanecer hasta la noche, y transformó la tristeza que tenían por su muerte en alegría por tenerlo vivo de nuevo. Nos encontraremos con Él, resucitado, en la Comunión.