Año: 2012

Homilía para el domingo de La Sagrada Familia 2012

Buscar a Jesús

Textos: 1 Sam 1, 20-22. 24-28; 1 Jn 3, 1-2. 21-24; Lc 2, 41-52.

La pregunta que Jesús hizo a sus papás, cuando lo encontraron en el templo, nos puede ayudar a la reflexión de este domingo en que celebramos a la Sagrada Familia. Jesús les dijo que por qué lo andaban buscando. Esta es la pregunta que nos podemos plantear, sobre todo teniendo en cuenta que en nuestro tiempo se buscan las marcas, la moda, el dinero, las novedades del mercado, lo que deje ganancia; pero muy poco a Jesús. Y esto se aprende en las familias.

Homilía para la Navidad 2012

Habitó entre nosotros

Textos: Is 52, 7-10; Hb 1, 1-6; Jn 1, 1-18.

Estamos celebrando la Eucaristía con la alegría de la Navidad. Nuestras familias se han reunido, los vecinos han encontrado, las comunidades están congregadas. El motivo es la celebración del Nacimiento de Jesús, el Hijo de Dios, que san Juan nos presenta como La Palabra. No es una palabra que se lleva el aire, sino La Palabra de Dios que permanece en quien la escucha. Es La Palabra hecha carne, La Palabra que habitó entre nosotros, La Palabra que nos ilumina.

Homilía para el 4º domingo de Adviento 2012

Mujeres de fe

Textos: Miq 5, 1-4; Hb 10, 5-10; Lc 1, 39-45.

Este domingo, con la cercanía de la Navidad, escuchamos el testimonio de dos mujeres de fe: la Virgen María y su prima Isabel. Ellas son modelos de creyentes para nosotros. Ambas tienen fe en Dios, pues le creen, aceptan su propuesta y cumplen sus mandatos. Ponen su persona al servicio de Dios y de la humanidad. Eso mismo hizo Jesús, como lo reconoce el autor de la Carta a los Hebreos. Él entró al mundo en el vientre de María para hacer la voluntad de Dios.

Homilía para el 3er domingo de Adviento 2012

Alegría y conversión

Textos: Sof 3, 14-18; Flp 4, 4-7; Lc 3, 10-18.

En este domingo se nos invita a la alegría. El motivo para alegrarnos en estos días es la cercanía de la Navidad; hoy se inicia el novenario de preparación que llamamos Posadas. Otro motivo que tenemos hoy es la presencia de Cristo resucitado en medio de su comunidad, reunida para la celebración de la Eucaristía. Siempre que se acerca una situación de paz, de gozo, de vida mejor, nos alegramos. La alegría tiene que ser signo y consecuencia de nuestra conversión.

Homilía para el 12 de diciembre de 2102

Estrella de la evangelización

Textos: Is 7, 10-14 o Eclo 24, 23-3; Gal 4, 4-7; Lc 1, 39-48.

A la Virgen María de Guadalupe se le reconoce como estrella de la evangelización. Este título lo adquirió no porque haya buscado el estrellato como los artistas, sino porque brilla en el cumplimiento de la misión de la Iglesia, que es evangelizar. Ella llevó a su Hijo a los demás; fue y sigue siendo misionera. Nos pone el ejemplo para que vivamos como verdaderos discípulos misioneros de Jesús. Con la Eucaristía le agradecemos hoy a Dios su presencia y testimonio.

Homilía para el 2° domingo de Adviento 2012

Enderezar los caminos

Textos: Bar 5, 1-9; Flp 1, 4-6. 8-11; Lc 3, 1-6.

En este domingo, el segundo del Adviento, la Palabra de Dios nos pide enderezar los caminos para prepararnos a la venida de su Hijo. En aquel tiempo, cuando Jesús estaba por iniciar su misión, esa Palabra llegó a través de Juan Bautista, quien vivía en el desierto. Hoy llega para nosotros en este convento, en el templo parroquial, en la capilla del barrio. Que no nos vayamos a convertir en un desierto, donde lo que se dice no tiene eco, sino que recibamos el mensaje.

Homilía para el 1er domingo de Adviento 2012

Tiempo de esperanza

Textos: Jr 33, 14-16; 1 Tes 3,12-4,2; Lc 21, 25-28. 34-36.

Estamos iniciando el tiempo de Adviento. Es un tiempo de esperanza para nosotros, en medio de las angustias y sufrimientos provocados por la pobreza y el ambiente de violencia de nuestro país. Para los miembros de la Iglesia es una oportunidad de dar testimonio de nuestra esperanza en una vida mejor, a pesar de los problemas, crisis, sinsabores, que experimentamos día a día. La Palabra de Dios nos ayuda a fortalecer esta esperanza, que es un don de Dios

Homilía para el domingo de Jesucristo, Rey del Universo 2012

Rey que sirve

Textos: Dn 7, 13-14; Ap 1, 5-8; Jn 18, 33-37.

Jesús aparece en el interrogatorio a que Pilato lo está sometiendo. El punto de juicio, y de acusación de los Sumos Sacerdotes y los fariseos, era que se proclamaba rey. Jesús no negó su condición real, pero aclaró que su modo de reinar era diferente a los reinados de este mundo. Jesús no era un rey que dominaba, oprimía, que contaba con muchos esclavos o sirvientes, que tenía un palacio, un cetro, un trono y una corona de oro; Él reinó sirviendo a su pueblo.

Homilía para el 33er domingo ordinario 2012

El buen fin

Textos: Dn12, 1-3; Hb 10, 11-14. 18; Mc 13, 24-32.

La Palabra de Dios que se ha proclamado nos orienta en relación al buen fin. No se trata del que promueven los comerciantes para estos días con tal de obtener más ganancias, sino del que Jesús nos propone como discípulos suyos. Los textos nos llegan de manera oportuna, sobre todo teniendo en cuenta dos situaciones: una, que estamos a finales del año litúrgico; y la otra, que se ha anunciado que, según predicciones de los mayas, este año se acabará el mundo.

Homilía para el 32° domingo ordinario 2012

Aprender de los pobres

Textos: 1 Re 17, 10-16; Hb 9, 24-28; Mc 12, 38-44.

La Palabra de Dios nos ofrece hoy el testimonio de dos viudas. Ellas se convierten en modelo de vida para nosotros. Sufriendo la pobreza extrema, fueron capaces de desprenderse de todo lo que tenían para vivir con tal de que los demás tuvieran vida. A la viuda de Sarepta le quedaba solo un puñado de harina y un poco de aceite; la viuda que aparece en el Evangelio contaba únicamente con dos monedas, de muy poco valor, como dos monedas de diez centavos de hoy.

Homilía para el 31er domingo ordinario 2012

La felicidad

Textos: Dt 6, 2-6; Hb 7, 23-28; Mc 12, 28-34.

En nuestros días casi todo el mundo pone la felicidad en el dinero, las tarjetas de crédito, la casa, el carro, la ropa de marca, los celulares y las computadoras más nuevos, el alcohol, la droga, el sexo; hay quien se siente feliz aprovechándose de los demás, sacando ventajas, golpeando, haciendo tranzas. La Palabra de Dios nos dice en qué consiste la verdadera felicidad: en poner en práctica los mandatos de Dios, que Jesús sintetiza en el mandamiento del amor.